Page 134 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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     especialmente Dicearco de Mesenia y Estratón de Lámpsaco.116 Esa
     racionalización, unida a la pretensión de elaborar una historia univer­
     sal, obligó a Éforo a replantearse el uso del tiempo en su praxis históri­
     ca. Trata una evolución desde el retomo de los Heráclidas hasta el cer­
     co de Perinto (en el 340 a.C.) para lo que se valió de un tipo de ordena­
     ción especial: el katá génos,117 que consiste en ordenar el material his­
     tórico no por secuencias temporales consecutivas, sino por episodios
     temáticos. La temporalidad es sustituida por un tipo de ordenación de
     sucesos paralelos aunque independientes,118 que acontecen en diferen­
     tes espacios, lo que la convierte en una historia parcialmente universal
     y parcialmente consecuente en su ilación temporal.
        La otra gran figura de la historiografía griega es Polibio. Heredó de
     Heródoto el comedimiento respecto a la acción de la Fortuna en los
     actos humanos,119 de Tucídides la predilección por los acontecimien­
     tos políticos y de Eforo la idea de Historia Universal.120  Son muchos
     los aspectos que hacen atrayente e importante la obra de Polibio. A su
     figura dedico el próximo capítulo de este libro.

     116 E. Wehrli, Die Schule des Aristóteles I, Basilea 1945. También en esta época los mitógrafos
        viraron hacia una racionalización extrema, por ejemplo Paléfato (vid. Mitographi graeci
        DI, 2, editio N. Festa, Leipzig 1902, Teubner) y Evémero de Mesene (ver los fragmentos de
        su Escrito sagrado, Hierá anagrafé en F. Jacobny, Fr. Hist. Gr. 63 ss.), estos últimos muy
        criticados ya en el mundo antiguo (Calimaco, frag. 86, Himnos, I, 8, C; Eratóstenes en
        Estrabónlí, 3,5; o Plutarco, Isis y  Osiris, 23). No obstante la racionalización de la tradi­
        ción mítica prosiguió en historiadores menores como Filocoro o Filón de Biblos, y otros de
        mayor importancia como Diodoro (vid. M. Pavan, «La teoresi storica di Diodoro Siculo»,
        RAL, 16, 1961, 19-52 y 117-151).
     117 R, Drews, «Ephorus and History written katá génos», AJPh, 84,1963,244-255.
     118 J. IvP Candau, «El concepto de Historia Universal en Éforo y en Polibio», en Unidad y
       pluralidad del mundo  antiguo,  1982,  328  ss.;  Th.G.  Loecher,  «Ephorus jungute
        Nacbkommmen», Saeculum, 7,1956,127-135 y E. Cavaignac, «Réflexions sur Ephore»,
        Melánges G. Glotz, 1932, 143-161.
     119A. Roveri, «Tyche en Polibio», Convivium, 24,1956,275-293; A. Álvarez de Miranda, «La
        irreligiosidad en Polibio», Emerita, 24,1956,27-65. En contra, M. Balasch, «La religiosi­
        dad en Polibio», Helmantica, 23,  1972, 365-391.
     120 Un estudio comparativo, relacionado a través de los textos, en M.I. Finley, The Greeks
        Historians, London - New York,  1959. En comparación con otros historiadores, V. La
        Búa, Filino, Polibio, Sileno, Diodoro, Palermo 1966. El texto de Polibio, con traducción,
        en la col. Les Belles Letres, Polibio, Histories, edición de R. Weil, Paris 1982. En castella­
        no existe la traducción de M. Balasch en BCGredos, 3 vols., Madrid 1981 y 1983; para los
        primeros libros la edición bilingüe de A. Díaz Tejera, en col. Alma Mater, CSIC, 1982, con
        una importante introducción, I-CLXXVD. Remito igualmente a dos obras imprescindibles
        e insustituibles hasta el momento: acerca del método, P. Pédech, La méthode historique de
        Polybe, Paris 1964; y al comentario histórico de F.W. Walbank, A historical Commentary
        on Polybius /-///, Oxford 1957,  1967,  1971.
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