Page 138 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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     a la vida humana, perfectamente delimitadas en su devenir temporal:136
     infancia o monarquía (400 años para Floro; 250 años en realidad), ju ­
     ventud o República primitiva (150 años para Floro; 300 en realidad,
     con ello queda compensado el cómputo anterior), madurez o Repúbli­
     cafinal (150 años), y senectud o Alto Imperio (200 años aprox.). Floro,
     al parecer, había tomado esta concepción de la obra de Séneca el rétor,137
     autor de un libro de historia hoy perdido, Ab initio bellorum civilium,
     según la noticia que aporta Quintiliano.138 Este mismo sistema de evi­
     denciar un continuum en transformación es utilizado también por Ter­
     tuliano,139 y por Lactancio,140 el cual divide la historia en cinco perio­
     dos: infancia, niñez, adolescencia, juventud y primera senectud (el ci­
     clo se inicia con la monarquía fundacional de Rómulo y concluye con
     la «restauración monárquica» de Augusto).
        En  los Scriptores Historiae Augustae141  se reflejan similares
     sincronismos desde la monarquía primitiva hasta Augusto, después de
     que la historia romana «queda al albedrío de emperadores buenos y
     malos», hasta tiempos de Diocleciano, exponente de una nueva épo­
     ca142 Ammiano Marcelino, como ya indiqué, sistematiza también per­
     fectamente una periodización basada en ciclos naturales de crecimieto

      136 Sobre Floro, en español, V. Alba, La concepción historiográfica de Lucio Anneo Floro,
        Madrid 1953. Esta idea orgánica de Floro está detallada en Prefacio, 4-8, estudiado por I.
        Hahn, «Proemium und Disposition der Epitome des Florus», Eirene 4,  1965, 21-38; C.
        Tibiletti, «II proemio di Floro, Seneca il Retore e Tertuliano», Convivium n.s. 2,1959,339-
        342; W. derBoer, «Florus und die römische Geschichte», Mnemosyne, 18,1965,366 ss. P.
        Jal, Florus, Paris 1967,698-713;y J. Scholtemeijer, «Lucius Anneus Florus. Annalise van
        strukturelle tema’snuwe perpektief», Ant. Class., 17,1974,81 ss.;A. Cameron, «Claudian
        and the Ages of Rome», Μαία, 27,  1975, 47 ha demostrado que Claudiano, siguiendo a
        Floro, al igual que Ammiano, en el De bello Gildonico, 114 ss., presenta un nuevo motivo
        de comparación entre las etapas de la historia romana y las 4 edades del hombre. Estos
        últimos trabajos citados en N. Santos, «La concepción de la historia de Roma como suce­
        sión de edades en los historiadores latinos», CFC,  17,1981-1982, p.  183 addenda.
      137N. Santos, art. cit., 178.
      138 Quint. Inst. I,  1,29.
      139 Tert. De virg. ve/. I, 4, 7. R. Klein, Tertullian und das römische Reich, Heidelberg 1968.
      140 Lact. Div. Inst. VII, 15,14. A. Truyols, art. cit., 698 y V. Dominguez del Val, «El senequismo
        de Lactancio», Helmántica, 23,  1972, 291 ss.
      141 SHA, Caro, 2,1 ss. J. Béranger, «L’expression du pouvoir suprême dans l’histoire Auguste»,
        Bonner Histiria Augusta Colloquium  1971, Bonn  1974,  26-27,  R.  Syme, Amminaus
        Marcellinus and the Historia Augusta, Oxford 1971, Id., Emperors and Biography. Studies
        in the Historia Augusta, Oxford 1971; Id., «The composition of the Historia Augusta;
        recent theories», JRS, 62,1972,123 ss.
      142 J. Béranger, art. cit., 24-25.
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