Page 140 - MITOS GRIEGOS e historiografía antigua
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     fuentes, que rara vez son citadas.  Cuando Eusebio  de Cesárea hace
     justamente lo contrario, es decir, construir su obra en base a otros testi­
     monios escritos, inicia una nueva perspectiva en historiografía: el do­
     cumento como instrumento, como conocimiento y como explicación.147
        Durante el Imperio romano, salvo algunas islas temporales,148  se
     respiraba una sensación de decadencia y crisis, así como la necesidad
     de un restituor orbis. Dión Casio o Herodiano se hacen eco, en ese
     sentido, de la mentalidad senatorial conservadora.149 El tema de la de­
     cadencia empezó a ser el centro de las discusiones filosóficas, y esa
     situación se agravó con el crecimiento y afirmación de la Iglesia cristia­
     na como unidad ideológica activa.150 La historiografía responde pues a
     una  coyuntura  temporal  determinada  de  crisis  política,151  de
     enfrentamientos ideológico-religiosos,152  de transformaciones socia­
     les.153
        La historiografía pagana concebía su temporalidad si no cíclica stricto
     sensu sí como algo que progresivamente nace, vive y muere, para re­
     surgir de nuevo. A principio del siglo IV la Iglesia cristiana, más afian­
     zada política y socialmente, iba a tomar el relevo, y su historiografía,


     147 B. Gustafson, «Eusebius principles in handing his sources, as found in his Church-Histoiy »,
        Studia Patrística, 4,  1961, 429-441.
     148 E. Gibbon, The Decline and Fall..., prefacio; M. Rostovtzeff, Historia económicay social
        del Imperio romano,  Madrid  1962, I, 219 ss.; y II, 7  ss.; F.W. Walbank, La pavorosa
        revolución. La decadencia del Imperio Romano en Occidente, Madrid 1978, 33 ss. To­
        dos estos autores coinciden en la «edad de oro Antoniana». Para Dión Casio (71,36,4) o
        Ulpiano (Dig. 50,6,3) la época de Marco Aurelio ( 161 -180) fue una Edad de Oro a la que
        siguió una Edad de Hierro, F. Millar, A Study of Cassius Dio, Oxford 1965, y G. Alfbldy,
        «The crisis of the third century as seen by contemporaires», Greek Roman and Byzantine
        Studies,  15.1, 1974, 89 ss.
     149 F. Cassola, «Sulla vita e sulla personalitá dello storico Herodiano», Nuova Rev. Stor. 41,
        1957,213 ss.; G. AlfÖldy, «Zeitgeschichte und Krisenempfindung bei Herodian», Hermes,
        99,  1971, 429 ss.
     150 F.W. Walbank, op. cit., 24, G. Puente Ojea, op. cit., 249 ss.; J. Fernández Ubifía, La crisis
        del siglo Illy el fin del mundo antiguo, Madrid 1982, 17 ss. Es indispensable consultar la
        obra coordinada por A. Momigliano, ed., The Conflict between Paganism and Christianity
        in the fourth Century, Oxford  1963. Muy recomendable y sugerente es la obra de E.R.
        Dodds, Paganos y  cristianos en una época de angustia. Algunos aspectos de la expe­
        riencia religiosa desde Marco Aurelio a Constantino, Madrid  1975, y L. de Giovanni,
        Constantino el il mondo pagano. Napoli  1983.
     151 Dión Casio, 71,34,2; Herod., 1,6,6, y I, 5,5; Cipriano, Ad Don. 6 ,10B.
      152 Dión Casio 80,  11,  1. ss.
      153 Tertuliano. A pol. XX, 2; Dión Casio, 80,7,2; Herodiano, 3,6,7; Comodiano, Carm., 987
        ss.; Eusebio Cesarea, H.E., 7, 21, 9, etc. Incluso autores posteriores todavía recordaban
        esta época como catastrófica: Eutropio 9,91; Zósimo,  1,27,1.
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