Page 127 - Lo Inevitable del Amor
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—Yo estuve con tu madre las últimas horas.
        —¿Cómo? —digo muy sorprendida.
        —Sí. Yo fui la persona que estuvo con ella al morir y me gustaría contártelo.
        No sé qué decir porque no salgo de mi asombro. No tenía ni idea de que Luis,
      el torero, como ella le llamaba, hubiera vuelto a su vida. Mi madre, que nunca
      dejó de sorprenderme, ni siquiera va a dejar de hacerlo después de muerta.
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