Page 290 - Abrázame Fuerte
P. 290

Todas contestan al unísono.
        —¡Síiiii!
        —Os quiero dar las gracias a todas, Princess. Para mí sois muy especiales.
      Ayer me acompañasteis tanto. Ana: gracias por tu cariño y tu blog, gracias por
      estar allí cuando necesito que alguien me escuche. Estela: tu arte me llena un
      montón.  Contigo  he  aprendido  que  la  vida  se  puede  mirar  de  otra  manera.
      ¡Gracias también por ser mi amiga! Y Silvia… —Bea hace una breve pausa.
        Silvia hace ademán de decir algo.
        —Shhht… Se lo está pensando… —El susurro de Ana la detiene.
        —Silvia;  tú…  Tú…  simplemente  eres  maravillosa.  Siento  haber  dudado  de
      ti… Me conoces, sabes que soy algo celosa y que no me he portado muy bien
      contigo  y,  aun  así,  siempre  has  estado  ahí,  paciente,  y  eso  no  tiene  precio.
      ¡Gracias por ser como eres!
        Silvia respira, aliviada. Se acaba de dar cuenta de que todas sus suspicacias
      con respecto a Bea eran infundadas. Sus ojos se le llenan de lágrimas.
        —¡Gracias  a  ti,  Bea!  —le  responde—.  Sé  que  no  hemos  hablado  mucho
      durante  estas  dos  últimas  semanas…,  pero  quiero  que  sepas  que  te  quiero  un
      montón, y que siento mucho lo que ha pasado con Sergio.
        —¿Sergio? ¡Sergio te lo regalo! ¡Todo para ti! —La voz de su amiga se oye
      claramente  por  el  altavoz.  El  comentario  que  acaba  de  hacer  es  totalmente
      sincero, es un comentario lleno de alegría y de verdad. Silvia sonríe. Si ahora
      mismo  pudiéramos  ver  su  corazón  como  si  fuera  un  dibujo  animado,  estaría
      dando  brincos  y  cantando  de  alegría.  La  chica  puede  notar  su  carcajada  en
      forma de latidos—. Y yo, mientras tanto, seguiré buscando a mi príncipe azul…
      y no tengo ninguna prisa, os lo digo de verdad. Ahora sólo quiero ¡DISFRUTAR
      DE LA VIDAAAAA!
        —¿Lo dices totalmente en serio, Bea? —pregunta Silvia con una mezcla de
      alegría, temor y expectación.
        —Sé por qué lo preguntas, y nunca he hablado más en serio. Ayer hablé con
      Sergio, y sé lo que siente por ti. Y está claro que él también te gusta, aunque te
      hayas negado a reconocerlo porque estaba yo. Eres una buena amiga, Silvia. Y
      las buenas amigas se merecen una recompensa. Créeme cuando te digo que no
      me importa que empecéis a salir; de hecho, si he de ser sincera, creo que estáis
      hechos el uno para el otro. Yo tengo que seguir mi camino y vosotros, el vuestro.
      Por la tarde, en casa de Ana
      Llaman  al  timbre.  Ana  se  levanta  de  su  escritorio.  Estaba  concentrada  en  su
      nueva entrada del blog. Lo primero que ve cuando abre la puerta es un montón
      de rosas rojas. Detrás de las flores se esconde David.
   285   286   287   288   289   290   291   292   293   294   295