Page 313 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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Mitos de ascensión


                              ΕΤΑΝΑ


      El  mito  de  Etana  ha  llegado  a  través  de  diferentes  ejemplares  de  tres
      importantes  versiones.  Una paleobabilonia  (con  tablillas  localizadas  en
      Susa  y Tell  Harmal),  otra  asiría  (versión  de Assur)  y  una  última  neo-
      asiría  (originaria  de  Nínive),  todas  incompletas  a  musa  de sus grandes
      lagunas  textuales.  La  historia  de  Etana,  sin  embargo,  era  mucho  más
      antigua,  atribuyéndose  la  misma  al  experto  neosumerio  Lu-Nanna,
      que  vivió  en  tiempos  del  rey  Shulgi  de  Ur  (2094-2047 a. C.). Aun­
      que  el final  del  mito  se  desconoce,  el  mismo  hubo  de  ser feliz,  pues
      Etana pudo  dejar  el  trono  a  un  hijo.  En  cualquier  caso,  esta  historia
      — que  hubo  de  ocupar  unas  420  líneas—   alcanzó  una  amplia  difu­
      sión  en  el  ámbito  mesopotámico,  incorporándose  también  su  argumento
      a  la plástica  de los  cilindro-sellos,  caso  de  uno fechado por los  expertos
      hacia  el  2300  a. G.

      En aquel tiempo los grandes dioses diseñaron una ciudad, los Igi-
   gi  pusieron  sus  cimientos.  Los Anunnaki  diseñaron  la  ciudad  de
   Kish,  los  Anunnaki  pusieron  sus  cimientos.  Los  Igigi  hicieron  fir­
   me  su  obra  de  ladrillo, los Anunnaki, igualmente.
     — «Que  la  ciudad  pueda  ser  el  nido,  el  lugar  de  reposo  de  la
   humanidad.  Que  Etana  sea  su  pastor.  Que  Etana  sea  su  construc­
   tor, que  sea  el bastón  que  gobierne  Kish.»


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