Page 315 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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nables. Una abominación a los dioses: has ingerido comida asakku.
Pero, venga, alcémonos y hagamos un pacto. Hagamos un juramento
en presencia de la red de Shamash, objeto divino que testimonia
rá nuestro acuerdo.
Ante Shamash, el héroe, prestaron entonces el siguiente jura
mento:
— Quien se pase del límite establecido por Shamash, que Sha
mash lo entregue en manos del Cazador, del Verdugo, para que le
haga daño. Quien se pase del límite establecido por Shamash, que
la Montaña le mantenga lejos de su paso. Que el arma lanzada al
azar le alcance de pleno. Que la red sobre la cual hacemos el jura
mento a Shamash se vuelva contra él y lo atrape.
Cuando hubieron jurado por la red de Shamash, tras levan
tarse, subieron a la montaña. A un mismo tiempo concibieron, a
un mismo tiempo dieron a luz. La serpiente parió a la sombra
del álamo, mientrasi que por encima de ella, en la copa, paría el
águila.
Cada día vigilaban su presa. Cuando el águila cogía un toro sal
vaje o un asno salvaje, la serpiente comía. Luego se iba para que
sus crías comieran. Cuando la serpiente cogía cabras montesas o
gacelas, el águila comía. Luego se iba para que sus crías comieran.
Cuando el águila cogía un jabalí y una oveja salvaje, la serpien
te comía. Luego se iba para que sus crías comieran. Cuando la ser
piente cogía ganado del campo y bestias salvajes de la estepa, el águi
la comía. Luego se iba para que sus crías comieran.
....Las crías de la serpiente tenían abundancia de comida; las crías
del águila crecieron en edad y talla.
Cuando sus crías habían crecido y sus alas habían adquirido peri
cia para volar, el águila concibió malos pensamientos en su cora
zón. Y, habiendo tramado la maldad en su corazón, decidió devo
rar las crías de su amiga, la serpiente.
El águila dijo, pues, a sus aguiluchos:
—Me voy a comer las crías de la serpiente y para escapar a su
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