Page 319 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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mina su interior con cuidado. Dentro de él yace un águila. ¡Ella te
mostrará la planta del nacimiento!
Siguiendo las órdenes del valeroso Shamash, Etana siguió su
camino, cruzó la montaña. Cuando vio el foso, examinó su inte
rior. Dentro yacía un águila abandonada allí. Era lo que Shamash
había dispuesto para él.
El águila hizo oír su voz y habló a Shamash:
— Oh, señor, si este hombre me hace salir de este foso, si reci
bo de él pajarillos, si recupero mis fuerzas, yo le daré lo que desee,
haré todo lo que él diga con tal de que haga también todo lo que
yo le indique.
El águila hizo oír nuevamente su voz y habló ahora a Etana:
— Tú, dime: ¿por qué has venido a mí?
Etana, respondiendo al águila, le dijo:
— Oh, amiga mía, dame la planta del nacimiento. ¡Muéstrame
la planta del nacimiento! ¡Quítame mi vergüenza y dame un hijo!
El águila le miró diciendo a Etana:
— ¡Tú eres, sin duda, Etana, el rey de los animales, pues eres su
pastor! ¡Eres Etana! ¡Sácame, por favor, del interior de este foso!
Dame la libertad y te daré una prole humana. Y hasta la eternidad
te cantaré alabanzas.Yo sola buscaré en las montañas. Déjame traer
te la planta del nacimiento.
Cuando Etana oyó esto, llenó la parte delantera del foso con
junípero, se fue a por alimento y lo lanzó al interior. Mantuvo así
viva al águila en el foso.
Luego empezó a enseñarle a volar de nuevo. Durante un tercer
mes, luego un cuarto mes mantuvo al águila viva en el foso. Y
empezó a enseñarle a volar otra vez. Etana la ayudó durante siete
meses. En el octavo mes la ayudó a salir de su foso. El águila aho
ra tan bien alimentada estaba fuerte igual que un fiero león.
El águila hizo oír su voz y habló así a Etana:
— Amigo mío, realmente somos amigos tú y yo. Dime lo que
deseas de mí que yo te pueda dar.
Etana le respondió al águila:
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