Page 324 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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— ¡Viento  del  Sur,  malditos  sean  tus  maleficios!  ¡Aunque  me
       envíes  a  tus hermanos  contra  mí, aunque  sean  muchos, yo  rompe­
       ré  tu  ala!
          Nada  más  pronunciar  estas palabras  el  ala  del Viento  del  Sur  se
       quebró. Durante  siete  días  el Viento  del  Sur no  sopló  sobre  la  tie­
       rra. Anu  llamó  a  Ilabrat, su  visir, y  le  dijo:
          — ¿Por qué  el Viento  del  Sur no  ha soplado sobre la  tierra  des­
       de  hace  siete  días?
          — ¡Mi  señor! Adapa, el hijo  de Ea, ha quebrado  el  ala  del Vien­
       to  del  Sur.
          Cuando Anu  oyó  estas palabras,  exclamó:
          — ¡Que  el  cielo  le  ayude!
          Y   levantándose  de  su  trono  ordenó:
          — ¡Idlo  a  buscar para  traerlo  aquí!


          El dios Ea, consciente de los  usos del cielo, contactó con Adapa y
       le  dijo  que, cuando fuera al  cielo, llevara los  cabellos  revueltos y  que
       vistiera  un  traje  de  luto. Tras  ello le dio  estas instrucciones:
          — Adapa,  tienes  que  ir  en  persona  ante  el  rey Anu;  subirás  al
       cielo  y  cuando  hayas  subido  y  te  acerques  a  la  puerta  de Anu, los
       dioses  Dumuzi  y  Gizzida  estarán  en la  puerta  de  ese  gran  dios. Al·
       verte, te preguntarán: «Hombre, ¿por quién tienes ese aspecto? Ada­
       pa, ¿por quién vistes prendas  de luto?» Debes responder: «Dos  dio­
       ses  han  desaparecido  del  país. Por  ellos  me  comporto  así.»  Ellos te
       preguntarán:  «¿Quiénes  son  los  dos  dioses  que  han  desaparecido^
       del país?»  Debes  responder: «Son Dumuzi y  Gizzida.» Ante  tu res­
       puesta se mirarán entre sí y se reirán mucho. Ellos, de buen humor,.:,
       te  presentarán  ante Anu  y  hablarán  en  tu  favor  delante  de  él. Pero¡:~
       cuando  estés  ante Anu  te  ofrecerán  el  Pan  de  la Muerte, no  debe­
       rás  comerlo. Te  ofrecerán  el Agua  de  la Muerte, no  deberás  beber­
       ía. Te  ofrecerán un vestido, póntelo.Te  ofrecerán aceite, úngete con
       él. N o  debes  olvidar las  instrucciones  que  te  he  dado. Cíñete a las
       palabras  que  te  he  dicho.

          Llegó  el  mensajero  de Anu, diciendo:


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