Page 322 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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Adad  e  Ishtar. Nos  inclinamos juntos  tú y yo. Pude  abrir mis  ojos y
       mirar a mi alrededor. Vi una casa con una ventana que no estaba sella­
       da. La abrí y me  metí. La  diosa  Ishtar estaba sentada  en  el centro  de
       un  resplandor divino. Ella  estaba  magnífica, adornada  con  una  coro­
       na, hermosísima  de  rostro.  Se  hallaba  sobre  un  fastuoso  trono, vigi­
       lado  por leones  rugientes. Me  acerqué, temblando, y  los  leones  sal­
       taron  hacia  mí. Entonces  me  desperté  de  mi  sueño.
          El  águila  le  dijo  a  Etana:
          — Amigo  mío,  el  significado  de  los  sueños  está  bastante  claro:
       Vamos,  déjame  llevarte  al  cielo  de  Anu.  Pon  tu  pecho  sobre  mi
       pecho, pon  tus  manos  sobre  las  plumas  de  mis  alas, pon  tus  brazos
       sobre  mis  costados.                                        ■■
          Etana  hizo  lo  que  le  fue  indicado. Y, ya,  una  vez  que  el  águila
       aseguró bien su carga, subió a Etana durante una hora doble. Mien­
       tras  ascendían  le  dijo:
          — Mira, amigo  mío,  ¡cómo  aparece  el país!  ¡Inspecciona  el  mar-
       busca  cuidadosamente  sus  rasgos!
          — ¡El país es sólo el borde de una montaña! ¿Y qué ha sido del mar?
          El  águila  le  subió  durante  una  segunda  hora  doble  y  le  volvió
       a  decir:
          — Mira, amigo  mío,  ¡cómo  aparece  el  país!  ¡El  mar  se  ha  con­
       vertido  en  la  zanja  de  un jardinero!
          Cuando  ascendieron  al  cielo  de Anu, pasaron  por  la  puerta  de
       Anu, Enlil y Ea. El  águila y Etana, juntos, se  prosternaron. Pasaron
       por la  puerta  de  Sin,  Shamash, Adad  e  Ishtar, y  ambos,  el  águila y
       Etana, también  se  volvieron  a prosternar. El  la  abrió  y  entró.

          El  resto  del  texto  está perdido.  De  acuerdo  con  la  Lista  real  sumeria,"
          se sabe  que  Etana fue sucedido  en  el  trono  de Kish por su  hijo  Balih.




                                  ADAPA

          El  mito  acadio  de Adapa,  el primero  de  los sabios  antediluvianos, cuyo
          trasfondo  refleja  el  deseo  de  inmortalidad por parte  del  hombre,  ha  Ue-



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