Page 325 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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— Envíame a Adapa, que quebró el ala del Viento del Sur.
El le hizo coger el camino del cielo y al cielo subió. Cuando
llegó al cielo y se acercó a la puerta de Anu, los dioses Dumuzi y
Gizzida estaban en la puerta de Anu. Al verle, gritaron:
— ¡Que el cielo le ayude!
Luego dirigiéndose a él, le dijeron:
— Hombre, ¿por quién tienes ese aspecto? Adapa, ¿por quién vis
tes prendas de luto?
Él respondió:
— Dos dioses han desaparecido del país. Por ellos me compor
to así.
— ¿Quiénes son los dos dioses que han desaparecido del país?
— Dumuzi y Gizzida — respondió Adapa.
Se miraron entre sí y se rieron mucho.
Cuando Adapa se acercó a presencia del rey Anu, Anu le vio y
le dijo:
— Ven aquí, Adapa, ¿por qué quebraste el ala del Viento del Sur?
Adapa respondió a Anu:
— Mi señor, estaba pescando en medio del mar para la casa de
mi señor Ea, pero el Viento del Sur sopló, infló el mar en una tor
menta y me hundió en el dominio de los peces. En mi furia mal
dije al Viento del Sur.
Dumuzi y Gizzida, que estaban junto a él, dirigieron a Anu unas
palabras en su favor. El corazón de Anu se apaciguó y se dejó con
vencer.
— ¿Por qué Ea reveló las cosas del cielo y de la tierra a un triste
humano y le preocupó? Fue él quien lo hizo. ¿Qué podemos hacer
por Adapa? Traedle el Pan de la Vida eterna y dejadle que lo coma.
Cuando le trajeron el Pan de la Vida eterna no lo comió. Cuan
do le trajeron el Agua de la Vida eterna no la quiso beber. Cuan
do le trajeron un vestido, se lo puso. Cuando le trajeron aceite, se
ungió con él.
Anu le miró y se rió de él:
— ¡Vamos, Adapa! ¿Por qué no has comido ni bebido? ¿No que
rías ser inmortal? Lástima por la gente pisoteada.
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