Page 321 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
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subir  más  arriba,  da  la  vuelta  y  déjame  volver  a  mi  ciudad  — le
   respondió  Etana, totalmente  mareado.
     El águila le soltó  durante  una hora  doble, luego  bajó  volando y
   recuperó a Etana sobre sus alas. El águila lo soltó durante una segun­
   da  hora  doble, luego  bajó  y lo  recuperó  sobre  sus  alas. El  águila lo
  soltó  una  tercera  hora  doble,  luego  bajó  y  lo  recuperó  sobre  sus
  alas. A  un  metro  del  suelo  el  águila lo  soltó, luego  bajó  y lo  recu­
  peró  sobre  sus  alas.

     Sigue  un  hueco  de  una  longitud  indeterminada.  Etana  tuvo  tres  sue­
     ños  que lo animan a  intentar ir otra  vez  al cielo  a  buscar la planta  del
     nacimiento.


     Etana  dijo  al  águila:
     — Amiga mía, he tenido un primer sueño, la ciudad de Kish esta­
  ba  llorando, no  tenía  heredero. Dentro  de  ella  el  pueblo  estaba  de
  luto  y yo  entonaba  un  canto  de  lamentación:


     — «Oh, Kish, dadora de vida, Etana no puede darte un heredero.»
     — «Oh, Kish, dadora de vida, Etana no puede darte un heredero.»

     Nueva  laguna  de  longitud  incierta.


     Su  mujer le  dijo  a Etana:
     — El dios me ha mostrado un sueño. Al igual que tú, esposo mío,
  he  tenido  un sueño. Como  a ti, el dios  me  ha mostrado  un  sueño.
  Etana  era  rey  de  Kish  durante  muchos  años  y  su  espíritu  se  halla­
  ba  atormentado.


     Otra  nueva  laguna  textual

     Etana  abrió  su  boca y  habló  al  águila:
     — Amigo  mío,  ese  dios  me  mostró  otro  sueño.  Ibamos  por  la
  entrada de la puerta de Anu, Enlil y Ea, los grandes  dioses. Nos  aga­
  chamos tú y yo. Ibamos por la entrada de la puerta de Sin, Shamash,


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