Page 332 - Lara Peinado, Federico - Leyendas de la antigua Mesopotamia. Dioses, héroes y seres fantásticos
P. 332

Dicho  lo  cual,  se  acercó  a  su  hijo  Girra  y,  tras  tomarle  de  la
        mano, le  indicó:
           — Camina  con Asalluhi,  el  dios  de  la  magia,  el  exorcista  de  los
        dioses, y  que  tu  nombre  esté presente  en la  casa de  los  dioses y de
        los  hombres. También, que  la  diosa  Elamatum, a  quien  tú  mataste,
        se  alce.  ¡Déjala  estar  en  medio  de  los  cielos! Y  que  en  medio  de
        los  pueblos  ella  beneficie  a  su  pueblo.
           Hecha la  alusión a la lucha  que  tiempo  muy  atrás  habían soste­
        nido  Girra  y  Elamatum, Enlil  se  separó  un  poco  de  su  hijo.  Des­
        pués  el  Señor de  los  destinos y  rey  del  diluvio  se  dirigió  a la  tota­
        lidad  de  los  dioses  allí  presentes  y les  dijo:
           — Que  Elamatum se  alce  en  el  cielo, que  beneficie  a su  pueblo
        y  que  en  las  festividades,  en  medio  de  mi  canción,  se  la  nombre.
        Que  entre  los  dioses, oh  hijo  mío — ahora  se  volvió  hacia  Girra— ,
        tus  hermanos,  no  tengas  rival. Eres  el  preferido  de  tu  padre  entré
        todos  ellos.  ¡No  tienes  rival!


           Séptima  tablilla. De  la  mano  del  escriba  Ilshu-iqisha.



                       EL  NACIMIENTO  DE  SARGÓN


           La  leyenda  sobre  el  origen  de  Sargón  de Akkad  (2334-2279  a.Cty
           ha  llegado  a  través  de  dos  copias  incompletas  neoasirias  y  un pequen#
                                                                    ■- 7·:^
          fragmento  neobabilonio. A pesar de sus  lagunas y de su  brevedad —se
           ha perdido  quizás  la segunda parte—   este  texto  es  de significativa  im¿
           portanda para  el  estudio  de  la  historia  acadia,  iniciada  precisamente
           por Sargón.


           — Yo  soy  Sargón, el poderoso  rey, el  rey  de Akkad.
           Mi  madre  fue  una  Gran  sacerdotisa,  una  entum.  N o  conocí,*
        sin  embargo,  a  mi  padre.  Sus  hermanos  campean  por  las  mon-j
        tañas.  M i  ciudad  natal  es  Azupiranu,  situada  a  orillas  del  rí<$
        Eufrates.
           Mi  madre,  Gran  sacerdotisa,  me  concibió  y  me  dio  a  luz  eí|j


                                   -  336—
   327   328   329   330   331   332   333   334   335   336   337