Page 108 - El nuevo zar
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DEMOCRACIA MAL DIRIGIDA
Con la agitación política de 1993, Sobchak pasó a depender más de Putin, al
igual que profundizó su confianza en él. El periódico Komersant describió a
Putin como «un hombre tan cercano a Sobchak como el príncipe Ménshikov a
Pedro el Grande», refiriéndose al hombre que era el comandante y confidente
del zar en el siglo XVIII, hasta que fue exiliado a Siberia tras la muerte de
Pedro.[1] Putin, dijo Sobchak, era una «persona valiente y decidida»,[2] sin
otros designios respecto de la autoridad de Sobchak o incluso su propia
posición. En consecuencia, introdujo a su vicealcalde en la Administración de
la ciudad aún más, y no solo en el campo de la inversión extranjera, sino
también en sus peleas con críticos y fiscales que comenzaron a indagar en los
asuntos financieros de Sobchak. En el otoño de 1993, Sobchak le pidió a
Putin que administrara la campaña parlamentaria de Opción de Rusia, un
partido creado por el primer ministro intermitente de Yeltsin, Yegor Gaidar.
Era una orden desconcertante, dado que Sobchak había creado su propio
bloque, el Movimiento Ruso para la Reforma Democrática —que fracasó
estrepitosamente en la obtención escaños cuando se realizó la votación en
diciembre—, pero Putin nunca cuestionaba órdenes. Respaldó resueltamente a
Sobchak, tan leal a su jefe como lo había sido a sus superiores en el KGB,
incluso cuando eso lo cegaba respecto de los defectos de ellos. Putin trabajó
incansablemente, con una obsesión que parecía por momentos insensibilizarlo
a las dificultades y la tragedia, hasta las cercanas a su hogar.
La mañana del 23 de octubre de 2003, Putin llevó en coche a su hija
Masha a la escuela y luego se dirigió al hotel Astoria, donde Sobchak tenía