Page 120 - El nuevo zar
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prensa que Sobchak —y Putin— tenían propiedades en la costa atlántica de
Francia. Dijo que Sobchak había sido detenido en el aeropuerto de Heathrow,
en Londres, con una maleta en la que llevaba 1 millón de dólares en efectivo:
prometió que, cuando fuera gobernador, «Sobchak iría a la cárcel».[27] Putin
respondió a las acusaciones en su contra presentando una demanda por
difamación contra Beliáyev, pero la presentó en el distrito incorrecto y se
burlaron despiadadamente de él en la prensa: «Un agente de inteligencia
debería saber dónde vive su acusado», decía el titular de un periódico. Putin
intentó defenderse, aduciendo que no sabía siquiera dónde quedaba la costa
atlántica de Francia, lo cual solo ayudó a intensificar el escarnio público.[28]
La campaña fue salvaje y sucia. Pero también más o menos libre y justa.
Las elecciones en Rusia podían ser desordenadas en ese tiempo, pero fueron
democráticas. Cuando se realizó el recuento de papeletas en la noche del 19
de mayo, Sobchak quedó por delante de los otros trece candidatos, pero
obtuvo solo el 28 % de los votos y Yákovlev, el 21 %. Puesto que ninguno de
los dos había acumulado el 50 %, se programó una segunda vuelta para el 2
de junio. Sobchak aún esperaba imponerse, pero ahora el pánico se apoderó
de su equipo de campaña y su personal. Putin «estaba notablemente más
nervioso» e incluso se lanzó más de lleno a la campaña, «pero para entonces
era inútil».[29] Todos los oponentes derrotados por Sobchak respaldaron a
Yákovlev. Peor aún, la investigación en torno a las finanzas de Sobchak y los
pisos que repartió llegó al público cuando fue confirmada por uno de los
investigadores locales, Leonid Proshkin. Las noticias de las acusaciones
estaban impresas en folletos que la campaña de Yákovlev distribuía por toda
la ciudad; en una oportunidad, incluso fueron arrojados desde un helicóptero.
Putin, indignado, escribió una carta a Yeltsin, Chernomirdin y el fiscal
general, Yuri Skurátov, a quien acusó directamente de participar en una
campaña de «persecución y difamación». Proshkin, explotó Putin, concedió
una entrevista a los periódicos procomunistas «violando todas las normas
procedimentales» y así difundió «material no corroborado». Putin exigió
«medidas decisivas para poner fin al uso político de las autoridades que
ejercen el cumplimiento de la ley».[30]
Las dos últimas semanas de elecciones fueron las más tensas, ya que
ambas campañas recurrieron a injurias.[31] Yákovlev, preocupado por su
propia seguridad, recorría la ciudad con dos todoterrenos repletos de guardias
con rifles y vestidos de negro. Confrontó a Putin con rumores de que Sobchak