Page 188 - El nuevo zar
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igual que la provisión encontrada en Moscú, y un dispositivo que parecía ser
un detonador. Un cronómetro había sido programado para las 5:30 h. La
policía evacuó frenéticamente el edificio de doce pisos, mientras un experto
local en explosivos, Yuri Tkachenko, fue convocado para desactivar el
cronómetro. Probó la sustancia que contenían los sacos con un analizador de
gas. No era azúcar, sino un explosivo militar, exógeno, como el que se
conocía había sido utilizado en al menos una de las explosiones de Moscú.
[16] A la mañana siguiente, los informativos anunciaron que otra explosión
catastrófica había sido —milagrosamente— evitada.
El ánimo en Riazán no era festivo, pero los habitantes y la policía local
recibieron elogios. «Quiero dar las gracias a la población por su vigilancia»,
dijo Putin en declaraciones en televisión. Mientras los agitados habitantes
consideraban lo que podría haber sucedido, los investigadores de la policía
parecieron dar con los responsables del casi atentado. Encontraron el Lada
abandonado en un parking y detuvieron brevemente a dos hombres que se
parecían a los vistos fuera del edificio de apartamentos, solo que mostraron
tarjetas de identificación del FSB y fueron liberados. Esa tarde, un operador
local de teléfono escuchó a alguien decir que no había forma de salir de la
ciudad sin ser detectado. La voz del otro lado de la línea le decía que se
separaran y que salieran como mejor pudieran. El operador informó a la
policía y la policía rastreó la llamada hasta Moscú. Para su sorpresa, el
número pertenecía al FSB.
Esa tarde, el portavoz del FSB comenzó a sembrar dudas respecto de todo
lo que al parecer había sucedido en Riazán, diciendo que en una prueba
preliminar no se habían hallado rastros de explosivos entre los materiales, que
para entonces el FSB había confiscado y llevado a Moscú. Tampoco había
habido detonador, dijo, solo partes de uno. Al día siguiente, el director del
FSB, Nikolái Pátrushev, habló con los reporteros tras asistir a una urgente
reunión de Gobierno para conversar sobre las explosiones. Pátrushev, colega
del FSB de Putin, había seguido a su amigo a Moscú y había ascendido
posiciones con él. Asumió el cargo de director del FSB cuando Putin se
convirtió en primer ministro ese mismo año, y siguió siendo uno de sus más
confiados tenientes. Declaró que todo el episodio en Riazán había sido
simplemente un ejercicio de entrenamiento, diseñado para poner a prueba las
preparaciones para una explosión exactamente igual a las que habían
golpeado a las ciudades rusas. Dijo que los ejercicios se habían realizado en