Page 226 - El nuevo zar
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la ciudad que supervisaba los mercados de frutas y hortalizas de la ciudad,
Yuri Luzhkov. Su negocio pronto se expandió a la banca, la reconstrucción de
viviendas y los medios. Su Media-Most, llamada así por la red de cajeros
automáticos que había visto durante una visita a Estados Unidos, creó un
periódico, Sevodnia, y luego la cadena NTV, que finalmente provocaría la ira
de Putin.
NTV se convirtió en la primera cadena privada de televisión moderna de
Rusia, con un enérgico departamento de noticias que irritaba al Kremlin de
Yeltsin con reportajes críticos y, con frecuencia, sensacionalistas. Así como
Berezovski utilizó su canal estatal ORT para atacar a los oponentes de Yeltsin
antes de las elecciones en 1999, Gusinski empuñaba la NTV como un garrote
contra la «familia» de Yeltsin. La rivalidad entre los dos magnates de
televisión era tan personal e intensa que el exjefe de seguridad de Yeltsin,
Aleksandr Koryakov, alegó que Berezovski le había pedido que asesinara a
Gusinski.[41] NTV mantuvo su cobertura crítica durante la campaña de Putin
y emitió un documental acerca de las explosiones de los edificios que
insinuaba la participación del Gobierno. Peor fue, desde la perspectiva del
Kremlin, que su cobertura de la guerra en Chechenia no se privara de
informar acerca de la magnitud de la brutalidad y el sufrimiento, como
aprendieron a hacer los canales estatales. Al propietario de NTV y a sus
periodistas les llevó un tiempo darse cuenta de que la tolerancia del Kremlin a
la crítica había disminuido con el nuevo líder. Putin sentía un particular
desagrado por la forma en que era retratado en el satírico programa de títeres
semanal del canal, Kukli, cuyo creador, Víktor Shenderóvich, había estado
crucificando a los políticos del país desde 1994. La caricatura de Putin —
orejas como jarras y ojos de mosca, retratado alternativamente como tímido y
malevolente— no le hacía ninguna gracia al nuevo presidente. En un episodio
tras la elección de Putin en marzo, el títere fue retratado como un zar,
abrumado por una novia más alta, arrulladora y regordeta que representaba a
toda Rusia. «Pero ella es tan grande —les susurraba a sus cortesanos—. No
tengo experiencia con nada de este tamaño.» Un títere que representaba a su
secretario de Estado, Aleksandr Voloshin, replicaba: «Solo haz lo que todos le
hemos hecho».[42] Asistentes del Kremlin enseguida les dejaron claro a los
productores del programa que el títere del presidente ya no debía aparecer en
las sátiras semanales.
Los motivos detrás del registro de la policía en Media-Most no fueron