Page 229 - El nuevo zar
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ejercicio de cerca.
Justo antes de que Putin se fuera de Moscú, una explosión había partido la
proa del Kursk, provocada por el disparo fallido de un torpedo. La explosión
incendió los compartimentos delanteros, y dos minutos y quince segundos
después la siguió otra explosión mucho más grande, que fue detectada por dos
submarinos estadounidenses cercanos y hasta por sensores sísmicos ubicados
tan lejos como Alaska.[45] Las explosiones enviaron al Kursk al fondo del
mar, 100 metros por debajo de la turbulenta superficie. El submarino tenía
una tripulación de ciento trece oficiales y marineros, acompañados por cinco
oficiales de flota de rango superior más, que estaban supervisando el
ejercicio, el más grande en el mar de Barents desde el derrumbe de la Unión
Soviética. La mayoría murió al instante, pero un grupo de veintitrés marineros
logró encerrarse herméticamente dentro de un compartimento trasero, donde
esperaron en la oscuridad y el frío un rescate que no estaba próximo a llegar.
Un oficial joven, el teniente capitán Dmitri Kolésnikov, reunió a los
supervivientes, pasó lista y escribió notas a sus comandantes y a su esposa. La
última, escrita en un papel rayado de un libro de contabilidad, estaba fechada
el 12 de agosto a las 15:15 h, cerca de ocho horas después de la primera
explosión. La envolvió en plástico y la puso dentro de su uniforme.
Está muy oscuro aquí para escribir, pero lo intentaré a ciegas.
Pareciera que no hay posibilidades, 10-20 %.
Tendremos la esperanza de que alguien encuentre esto.
Esta es una lista de las personas en los compartimentos que están aquí en el [compartimento] 9 y que
intentarán salir.
Hola a todos, no desesperéis.[46]
El submarino destrozado ya estaba en el fondo del mar cuando Putin se
enteró de que estaba desaparecido. Siguió adelante con sus vacaciones junto
al mar, haciendo esquí acuático en el agua calma y tibia del mar Negro la
tarde del domingo. Nadie, fuera de la cadena de mando militar, sabía que algo
andaba mal, dado que la Marina no reconoció públicamente la suerte del
Kursk hasta el lunes, después de lo cual los funcionarios dieron respuestas
poco claras y luego mintieron día tras día.
Tras finalmente reconocer que una explosión había partido el Kursk, los