Page 248 - El nuevo zar
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para consolidar su poder, los consejeros de Putin orquestaron una fusión con
               el partido de Primakov y Luzhkov, que revelaron en un nuevo congreso el 1
               de  diciembre  de  2001.  El  nuevo  partido  iba  a  llamarse  Rusia  Unida,  una
               organización repleta de funcionarios y burócratas del «partido del poder» de

               Putin.

                    El  autor  intelectual  de  la  estrategia  política  del  Kremlin  era  Vladislav
               Surkov, un genio de la publicidad nacido en Chechenia con antecedentes en

               inteligencia militar, que en la década de 1990 había trabajado para los bancos
               de tres oligarcas rusos, incluido Mijaíl Jodorkovski. Se unió al personal de
               Aleksandr Voloshin mientras Yeltsin era todavía presidente y, más que nadie

               antes, ayudó a diseñar la imagen pública de Putin e ingenió sus estrategias
               políticas.  Era  joven  y  profundamente  cínico,  un  fan  de  la  música  rap
               estadounidense —tenía una foto de Tupac Shakur junto a una de Putin— y de

               Shakespeare, cuya obra consideraba una fuente de inspiración política. Como
               dijo  una  vez  el  novelista  y  activista  ruso  Eduard  Limónov,  Surkov  había

               «convertido a Rusia en un teatro posmoderno maravilloso, donde experimenta
               con modelos políticos nuevos y antiguos».[28]

                    En abril de 2002, Surkov invalidó el liderazgo de la Duma en lo que se
               conoció como «golpe de la cartera». Los aliados del Kremlin desalojaron a los

               comunistas  de  los  puestos  del  comité  que  Putin  les  había  ofrecido  poco
               después de las elecciones en 1999, mientras que el presidente comunista de la
               cámara, Guenadi Selezniov, dio su apoyo al Kremlin y abandonó a los colegas

               de su partido. Putin, tan distante como un zar de las riñas de los duques y
               boyardos,  había  efectivamente  decapitado  la  dirigencia comunista. Guenadi

               Ziugánov, el jefe del Partido Comunista, que una vez le había parecido una
               seria  amenaza  al  Kremlin  de  Yeltsin,  solo  pudo  balbucear  una  protesta.
               «Incluso cuando estaba un poco pasado de copas, Yeltsin tenía el coraje de
               reunir líderes de diferentes facciones en momentos críticos para buscar una

               solución juntos, en lugar de comenzar una nueva guerra», dijo amargamente.
               [29]

                    El motivo para la reestructuración de Putin de la dirigencia legislativa se

               evidenció dos semanas después, cuando pronunció su discurso anual frente a
               la Asamblea Federal, que abarcaba las cámaras alta y baja del Parlamento. En
               el Salón de Mármol del Presidium del Kremlin, Putin pregonó sus logros —la

               caída del desempleo, el aumento de los ingresos, un presupuesto equilibrado,
               la  vuelta  de  Rusia  a  su  posición  como  segundo  productor  más  grande  de
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