Page 290 - El nuevo zar
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inteligencia  que  Putin  congregó  en  Moscú  durante  su  presidencia.  La
               educación  científica  de  Fradkov  en  el  Instituto  de  Construcción  de
               Herramientas y Maquinaria de Moscú, un misterioso agujero en su curriculum
               vitae,  su  fluidez  en  inglés  y  español,  y  una  asignación  en  los  años  setenta

               como consejero económico en la embajada de la Unión Soviética en la India
               sugerían fuertemente lazos con el KGB. El hecho de que nunca lo reconoció

               ni  lo  negó  solo  sugería  que  operaba  como  agente  encubierto,  como  hacían
               muchos funcionarios de comercio soviéticos.[22] En su anuncio, Putin apenas
               dijo  que  Fradkov  era  un  buen  administrador  que  tenía  experiencia  en  los
               servicios  de  seguridad.  Durante  todo  su  primer  mandato,  Putin  había

               favorecido a los hombres de seguridad en sus nombramientos; según algunos
               cálculos,  había  cubierto  un  70  %  de  los  altos  cargos  gubernamentales  con

               exoficiales  de  las  fuerzas  militares,  policía  o  inteligencia,  muchos  de  los
               cuales  compartían  el  mismo  trasfondo  en  el  KGB.  Fradkov  encajaba  en  el
               patrón. Pocos se daban cuenta de que Putin había conocido a Fradkov, este

               burócrata soviético insulso y discreto, durante años. Había prestado servicios
               como representante de San Petersburgo del Ministerio de Comercio Exterior a
               principios de los años noventa y, con su jefe, Piotr Avon, ahora uno de los

               banqueros más ricos de Rusia, habían aprobado los contratos de trueque que
               Putin había firmado en el marco del escandaloso programa para proporcionar
               alimentos a la ciudad durante el primer invierno de la nueva Rusia.[23]


                    Kasiánov y, antes que él, Voloshin habían representado el legado de los
               años de Yeltsin. Funcionarios con sus propias ambiciones, intereses y distritos
               electorales;  todos  ellos  se  habían  marchado  ahora.  Persistían  rivalidades  y
               divisiones  dentro  del  Kremlin,  pero,  con  la  designación  de  Fradkov,  Putin

               consolidaba  su  supremacía  política  al  elevar  a  una  red  completa  de
               subalternos que le serían leales por sobre todas las cosas. Apenas cinco días

               después de la designación, la Duma confirmó la nominación de Fradkov, tras
               un  debate  superficial  que  incluyó  solo  nueve  preguntas.  Fradkov  contestó
               apenas con los clichés más vagos respecto de sus políticas. Estaba allí por

               mandato de Putin, y todos lo entendieron así. El resultado de la votación fue
               de  trescientos  cincuenta  y  dos  contra  cincuenta  y  ocho,  con  veinticuatro
               abstenciones.
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