Page 318 - El nuevo zar
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leales  a  él  y  Rusia:  Donetsk,  Lugansk  y  Járkov.  Reunido  en  una  pista  de
               patinaje  en  Severodonetsk,  el  Congreso  votó  en  forma  unánime  declarar
               autónomas a sus regiones si el caos en Kiev persistía. La asamblea regional
               luego hizo lugar a una votación sobre autonomía para la siguiente semana.

               Yuri  Luzhkov,  el  alcalde  de  Moscú,  asistió  y  pareció  prestar  el  apoyo  del
               Kremlin  a  las  reivindicaciones  separatistas.  Criticó  a  los  líderes  de  la

               oposición diciendo que eran un «aquelarre» que pretendía «representar toda la
               nación».  El  Donbáss,  como  se  conocía  a  la  región  central  industrial  de
               Ucrania,  se  dividiría  antes  de  aceptar  cualquier  acuerdo  que  avalase  a
               Yúshchenko.


                    La  noche  del  2  de  diciembre,  Putin  convocó  a  Kuchma  a  Moscú;  se
               reunieron en un vestíbulo vip del aeropuerto de Vnúkovo mientras Putin se
               preparaba  para  partir  a  la  India  en  una  visita  de  Estado.  En  Ucrania,  el

               Parlamento continuó debatiendo la mecánica para celebrar nuevas elecciones,
               mientras la Corte Suprema del país escuchaba los argumentos de Yúshchenko

               para  anular  los  resultados  de  las  últimas  elecciones.  Putin  ahora  aceptó  la
               propuesta  de  Kuchma  de  hacer  una  votación  enteramente  nueva  como  la
               mejor  oportunidad  para  desviar  la  victoria  de  Yúshchenko.  «Una  nueva
               segunda  vuelta  podría  no  generar  nada  tampoco  —declaró  Putin—.  ¿Y

               después qué? ¿Habrá que hacer una tercera, cuarta o vigésima quinta vuelta
               hasta que uno de los lados obtenga el resultado necesario?»[18]

                    Al día siguiente, tras una semana de audiencias que fueron transmitidas en

               todo el país, la Corte Suprema de Ucrania intervino para ordenar un nuevo
               desempate,  diciendo  que  la  segunda  vuelta  había  sido  tan  «adulterada  con

               violaciones sistemáticas y significativas» que era imposible determinar quién
               había ganado genuinamente. Era una victoria sin atenuante para Yúshchenko,
               y el centro de Kiev estalló en celebraciones. Para Putin, era una derrota sin
               atenuantes.


                    Tres semanas después, se repitió la segunda vuelta de las elecciones. Entre
               el  fallo  de  la  corte  y  la  votación,  los  médicos  de  Yúshchenko  en  Austria
               habían finalmente determinado que había sido envenenado con dioxina. Las

               acusaciones de que la enfermedad de Yúshchenko había sido una farsa y que
               había  utilizado  otra  enfermedad  suya  para  ganar  el  apoyo  de  los  votantes
               parecía ahora un encubrimiento cínico de una oscura conspiración realizada

               por  un  sistema  profundamente  corrupto,  dispuesto  a  rebajarse  hasta  el
               envenenamiento para hacer descarrilar a un candidato. Cuando se realizó la
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