Page 346 - El nuevo zar

entonces, equivalía a todo el capital del banco.[41] Muchos dieron por
sentado que Mordashov estaba intentando congraciarse con Putin en medio de
una lucha con un rival comercial, ya que alegremente había donado fondos a
Petromed para comprar equipo hospitalario. Con recursos en aumento, el

banco entonces compró discretamente casi la mitad de la rama de seguros de
Gazprom, Sogaz, en el mercado de valores en julio de 2004. La venta total fue

por 58 millones de dólares, lo que luego se dijo que estaba significativamente
por debajo de su valor. Era la primera venta que realizaba Gazprom de uno de
sus activos no principales. Funcionarios y analistas habían alegado desde
hacía tiempo que la compañía debía venderlos, pero esta venta pareció

desconcertante, en especial porque la subasta fue cerrada y los compradores
permanecieron detrás de escena. Putin intervino directamente en el acuerdo y

ordenó que las acciones fueran a Bank Rosiya. «Putin dijo “Bank Rosiya”, y
eso es todo», recordó más tarde un antiguo viceministro durante el primer
mandato de Putin, Vladímir Milov. Los liberales en su gabinete quedaron

conmocionados o confundidos,[42] pues el rol de Bank Rosiya en la compra
no se hizo público hasta enero de 2005. Ahora controlaba a Sogaz a través de
una serie de compañías fantasma, incluida una creada en San Petersburgo en

2002, llamada Aksept, que era propiedad de Mijaíl Shelomov, el nieto del tío
de Putin, Iván Shelomov, quien había ayudado a la madre de Putin a escapar
durante la invasión nazi. Para quienes estaban al tanto, el banco claramente

tenía un estatus privilegiado, con lazos que llegaban hasta la misma cúpula.

Ahora los negocios simplemente fluían hacia el banco. Sogaz pronto se
convirtió en la aseguradora de preferencia para las principales compañías
estatales, como Ferrocarriles Rusos, presidida por Yakunin, y Rosneft, ahora

controlada por Ígor Sechin. A su vez, eso alimentó una expansión fenomenal,
pues Bank Rosiya discretamente adquirió más y más de los activos de

Gazprom, incluida su subsidiaria bancaria, y al final sus conglomerados de
medios. La expansión del banco comenzó como una operación sigilosa,
ejecutada paciente y secretamente, con su estructura propietaria oculta detrás

de capas de compañías offshore apiladas como muñecas rusas, que escondían,
podían sospechar algunos, intereses personales de Putin.

Durante su primer mandato, Putin se había movido lentamente para levantar