Page 369 - El nuevo zar
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realmente pienso acerca de los problemas de seguridad internacional. Y si mis
comentarios resultan indebidamente polémicos, punzantes o inexactos a
nuestros colegas, les pediré que no se enfaden conmigo. Después de todo, esto
es solo una conferencia.»[25]
En broma, dijo que esperaba que el moderador de la conferencia no
encendiera el aviso de luz roja para advertirle de que su tiempo había
terminado. Unas pocas risas incómodas siguieron a sus dichos. Merkel,
sentada en la primera fila, forzó una sonrisa.
El fin de la Guerra Fría, continuó Putin, dejó al mundo «con municiones
vivas, metafóricamente hablando». Quería decir «estereotipos ideológicos,
dobles estándares y otros aspectos típicos del pensamiento de bloque de la
Guerra Fría». El colapso de la Unión Soviética puso fin a la división
geopolítica del mundo, pero el poder «unipolar» resultante estaba creando
nuevas divisiones, nuevas amenazas, y sembrando el caos en todo el mundo.
«Es un mundo en el que hay un amo, un soberano», continuó. En lugar de
suavizar las tensiones mundiales, «las acciones con frecuencia ilegítimas y
unilaterales» han provocado más guerra y más muertes que en el mundo
dividido. «Muchas más —repitió—. Muchas más.»
«Hoy estamos presenciando un uso hiperbólico, casi incontenido, de
fuerza —fuerza militar— en las relaciones internacionales, fuerza que está
hundiendo al mundo en un abismo de conflictos permanentes. En
consecuencia, no tenemos suficiente fuerza para encontrar una solución
abarcadora a ninguno de estos conflictos. Hallar un acuerdo político también
se torna imposible. Vemos un creciente desdén por los principios básicos del
derecho internacional. Y, de hecho, las normas legales independientes se están
acercando cada vez más al sistema jurídico de un solo Estado.»
Por si alguien no lo había entendido ya, pasó a señalar a Estados Unidos,
que había «traspasado sus fronteras nacionales en todas las formas posibles.
Esto puede verse en las políticas económicas, políticas, culturales y
educacionales que impone en otras naciones. Bien, ¿a quién le gusta esto?».
Merkel observaba con cara de piedra, al igual que la delegación
estadounidense sentada en la primera fila a su izquierda, incluido el nuevo
secretario de Defensa del presidente Bush, Robert Gates, y dos senadores que
eran dos acompañantes habituales en la reunión, John McCain y Joe
Lieberman.[26] Víktor Yúshchenko, de Ucrania, cuya elección él había