Page 371 - El nuevo zar
P. 371

los fracasos ha sido la forma paternalista en que el ganador de la Guerra Fría
               ha tratado al perdedor».[27]






               Putin  no  había  cerrado  la  puerta  por  completo  a  trabajar  con  los
               estadounidenses  —haría  un  último  movimiento  audaz  para  cooptar  las
               defensas de misiles de Bush—, pero, durante el séptimo y último año de su
               presidencia Rusia había recobrado su pavoneo internacional, envalentonada

               por  la  creciente  recaudación  proveniente  del  petróleo  y  el  gas.  Medvédev
               había  dicho  lo  mismo  en  Davos,  pero  en  el  tono  de  una  reconfirmación

               tranquilizadora que ahora, solo dos semanas más tarde, parecía débil. Putin
               estaba trazando una nueva política exterior, que sería mucho más desafiante,
               incluso  hostil,  hacia  Estados  Unidos  en  particular,  pero  también,  tras  el

               asesinato de Litvinenko, hacia Gran Bretaña. Fue de Múnich a Arabia Saudí
               —en otra época, un enemigo vehemente de la Unión Soviética— y, luego, a
               Qatar,  buscando  expandir  el  poder  energético  de  Rusia  con  un  país  de  la

               Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en materia de gas
               natural. Con él viajaba Serguéi Ivanov, cuya visión de halcón era más cercana
               a la retórica de Putin que a la de Medvédev. El debut de Medvédev en Davos

               había  sido  bien  recibido  por  la  misma  élite  internacional  a  la  que  Putin
               acababa de regañar. Lo habían visto como el favorito para las primarias no
               oficiales  de  las  próximas  elecciones  presidenciales,  pero,  cuando  Putin

               regresó a Moscú una semana más tarde, fue a Ivanov a quien ascendió. Ahora
               había  dos  primeros  vice  primeros  ministros,  e  Ivanov  era  el  que  parecía
               mucho más sintonizado con el humor de Putin.


                    El  largo  sermón  de  Putin  en  Múnich  también  reverberó  por  todo  el
               establishment militar y de seguridad ruso, lo cual condujo a un resurgimiento
               de  amenazas  y  actos  hostiles  no  solo  contra  Estados  Unidos,  sino  también

               contra los europeos. El comandante de las fuerzas de misiles estratégicas de
               Rusia  advirtió  que  ajustaría  los  blancos  de  las  armas  nucleares  del  país  en
               Polonia y la República Checa si seguían adelante con el despliegue de equipo

               militar  estadounidense.  En  abril,  Putin  anunció  que  Rusia  suspendería  su
               cumplimiento del tratado sobre fuerzas armadas convencionales en Europa,
               un  pacto  negociado  al  final  de  la  Guerra  Fría  para  limitar  el  número  de

               vehículos  armados,  baterías  de  artillería  y  aviones  de  combate  desplegados
   366   367   368   369   370   371   372   373   374   375   376