Page 488 - El nuevo zar
P. 488

investigador, Aleksandr Bastrikin, poseía una empresa y un apartamento en
               República Checa. Pronto las investigaciones se extendieron a otros contratos
               en  que  Navalni  estaba  involucrado,  lo  cual  lo  obligó  a  dedicar  más  de  su
               tiempo y energía a defenderse en los tribunales.


                    La oposición al putinismo que había surgido en el invierno de 2011-2012
               se  retiró  lentamente  de  las  calles,  y  los  mítines  se  redujeron  en  tamaño  y
               fervor a medida que el Kremlin presionaba más y más contra los críticos. Los

               muchos  opositores  a  Putin  —los  hámsteres  y  los  hípsters,  las  «clases
               creativas» que se habían congregado en apoyo de Navalni— se retiraron en
               cambio a internet, donde rabiaban, inútilmente.






               En septiembre, en un signo más del deterioro en las relaciones de Rusia con

               Estados Unidos en especial, el Kremlin puso fin abruptamente al trabajo en
               Rusia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional
               (USAID, por sus siglas en inglés). Dicha agencia había dado apoyo a Golos y
               otras  organizaciones  cívicas  involucradas  en  política,  pero  también  a  otros

               programas  políticamente  positivos,  por  ejemplo,  para  crear  hipotecas  para
               viviendas y combatir el sida. En octubre, una nueva ley amplió la definición

               de «traición» para que esta incluyera también brindar «asistencia financiera,
               material y técnica, consultiva u otra» a un Estado extranjero u organización
               internacional. Estaba escrita en términos tan amplios que cualquier crítico del
               Gobierno  que  ahora  tuviera  contacto  con  una  ONG  extranjera  podía  ser

               acusado  de  traidor.  Dos  destacadas  organizaciones  estadounidenses  que
               brindaban apoyo a las campañas electorales, el Instituto Nacional Demócrata

               y el Instituto Republicano Internacional, debieron abandonar el país, así como
               grupos similares de Europa, no fuera que sus empleados o contactos fueran
               acusados de delitos que podían arrojar veinte años de prisión.


                    Se convirtió en un ciclo de «ojo por ojo»: cada acción que realizaba uno
               de  los  dos  países  tenía  su  respuesta  en  el  otro.  En  2012,  el  Congreso  de
               Estados Unidos, por encima de la oposición de la Casa Blanca, que todavía
               esperaba  mantener  una  apariencia  de  cooperación  con  Putin,  adoptó  una

               nueva  ley  que  llevaba  el  nombre  de  Serguéi  Magnitski,  la  cual  imponía
               sanciones y prohibiciones de viaje  a  funcionarios  rusos  involucrados  en  su

               procesamiento y muerte. Los fiscales estadounidenses finalmente rastrearon
   483   484   485   486   487   488   489   490   491   492   493