Page 514 - El nuevo zar

alusión inequívoca a la Declaración de Independencia— enfureció a los
funcionarios de Washington. Muchos señalaron la hipocresía de Rusia al no
haber pedido autorización para su intervención en Georgia en 2008 y al seguir
proveyendo armas que permitían a las fuerzas militares de Al Asad reprimir a

los rebeldes. El artículo de Putin también incluía la afirmación no confirmada
de que los rebeldes sirios habrían utilizado armas nucleares y las utilizarían

próximamente en Israel.

Sin embargo, la maniobra de Putin había ofrecido un recurso a un Estados
Unidos cansado de guerras, y Obama, que ya contaba con oposición en el
Congreso, lo aceptó. NTV comenzó una transmisión afirmando que Putin

debía ganar el Nobel de la Paz por haber evitado un ataque aéreo
estadounidense. En el discurso controlado de Rusia, eso era poco
sorprendente, pero la postura de Putin fue aplaudida en Estados Unidos

también, aunque mayormente por parte de conservadores que se alegraban de
ver a Obama retratado como un líder incapaz, que había sido aventajado

diestramente en el escenario mundial. Un mes después, la revista Forbes
clasificó a Putin como la persona más poderosa del mundo, sobrepasando a
Obama por primera vez; dichas clasificaciones no significan nada, pero los
medios de Rusia lo repitieron una y otra vez. «Cualquiera que observe el

partido de ajedrez de este año respecto de Siria y las filtraciones de la
Agencia Nacional de Seguridad [estadounidense] obtendrá una idea clara de

la dinámica cambiante del poder individual», escribieron los editores de
Forbes.[16] El bloguero estadounidense Matt Drudge llamó a Putin «el líder
del mundo libre».

A esto le siguió un triunfo diplomático aún mayor para Putin, esta vez en
Ucrania. Después de años de negociaciones que culminaron en el otoño de

2013, Ucrania se había acercado más a un acuerdo de asociación con la Unión
Europea, un tratado que estrecharía los lazos comerciales y políticos entre
ambas. Desde su elección en 2010, el presidente de Ucrania, Víktor

Yanukóvich, había promovido una relación más cercana con Rusia y había
mantenido a su país en la órbita de Rusia. Sin embargo, al ir decayendo su
popularidad de cara a las siguientes elecciones en 2015, había revivido la

posibilidad de fortalecer las relaciones con Europa, algo que apoyaba