Page 520 - El nuevo zar
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liberación de Sebastopol, la ciudad portuaria de Crimea, de manos de los
nazis en 1944. Esas celebraciones finalmente tendrían lugar el 9 de mayo de
2014, aunque no en las circunstancias previstas ese día de invierno en Moscú.
Putin, una vez más, parecía haber superado en astucia a sus rivales al haber
obtenido una victoria diplomática contra los europeos.
De cara a los Juegos Olímpicos, Putin trató de ser magnánimo en el país. Tras
un año de severas represiones y nuevas leyes represivas, el Kremlin dio señal
de una distensión en el verano de 2013. En julio, la corte de Kírov había
condenado a Navalni por las acusaciones de enriquecimiento, pero entonces,
después de una noche de confusión que incluyó protestas y consultas
frenéticas entre el Kremlin y la corte, quedó en libertad con apenas una
sentencia en suspenso. Luego el Kremlin permitió a Navalni hacer campaña
—primero de forma furtiva, luego abiertamente— como candidato para la
alcaldía de Moscú en agosto contra el alcalde en funciones, Serguéi Sobianin.
Era la primera campaña para el cargo desde que Putin había anulado las
elecciones para líderes regionales tras Beslán, en 2004. Sobianin, después de
la destitución de Yuri Luzhkov en 2010, esperó establecer su propia
legitimidad política y dimitir antes para ganar el cargo en lo que prometía ser
una elección justa y libre. A pesar de lo habitual que era para entonces el
asedio a los que aspiraban al cargo y el uso de recursos del Gobierno por parte
de quien estaba en funciones, la elección que se desarrolló fue más justa de lo
que habían sido la mayoría de las elecciones en Rusia durante más de una
década, como señalaron incluso los críticos de Putin. Navalni tomó como
modelo para su campaña la que había visto en la serie de televisión
estadounidense The Wire y recorrió la ciudad y sus alrededores pronunciando
discursos en sitios públicos como muy pocos candidatos habían hecho alguna
vez en Rusia.
Dos años de protestas públicas cada vez más minoritarias no habían hecho
nada por debilitar el control del poder ejercido por Putin. Ahora parecía
bastante confiado como para rebajar parte de la presión que había aplicado a
sofocar a la oposición. Cuando las papeletas para la candidatura por la
alcaldía se computaron, ganó Sobianin, pero Navalni obtuvo un 27 % de los
votos, un número de votantes respetable, que era mucho más alto de lo que