Page 96 - El nuevo zar
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altura hasta el color de su piel desnuda.[18]
Su conclusión fue que las ganancias provenientes del pecado debían
pertenecer al Estado. Al principio, se inclinó por la creación de un monopolio
estatal que dirigiera la industria del juego, aun cuando las nuevas leyes
antimonopolio de Rusia lo prohibían, con el propósito de romper el control de
la economía que mantenía el Estado. En cambio, el comité de Putin creó una
empresa municipal que compraría el 51 % de las acciones de cada uno de los
casinos nuevos que autorizara la ciudad y cuyos dividendos llenarían las arcas
de la ciudad. Pero, como la ciudad no tenía el dinero, esta adquirió acciones a
cambio del alquiler de los edificios municipales que se convirtieron en
casinos. Los abogados que asesoraban al comité de Putin eran su consejero de
la universidad, Valeri Musin, y Dmitri Medvédev, un abogado joven que
había hecho campaña por Sobchak cuando se postuló para el Congreso de los
Diputados del Pueblo. La empresa resultó ser un desastre, un fraude gigante
que llevó a la ciudad a aliarse con figuras sombrías que, se decía, incluían a
exoficiales del KGB y gánsteres.[19] La nueva compañía de la ciudad se
llamó Neva Chance y fundó dos docenas de casinos, la mayoría de los cuales
nunca recibió autorización del nuevo Gobierno federal que se establecía en
Moscú. Y, sin embargo, los beneficios que esperaba la ciudad nunca se
materializaron. Los administradores solo blanquearon los ingresos de un
negocio al contado e informaron pérdidas a las autoridades. Los dueños
adquirieron propiedades e hicieron millones, y la ciudad no recibió casi nada
de todo eso. «Se rieron de nosotros», lo describiría Putin más adelante, al
defender su papel en el asunto.
La creación de una economía de mercado regulada resultó mucho más
difícil de lo que había previsto Putin, como muchos oficiales rusos. Los
cimientos legales del capitalismo todavía no estaban asentados y, al igual que
la mayoría de los funcionarios, Putin no tenía experiencia en administrar
cuestiones económicas, tras décadas de planes quinquenales y control del
Estado. «Fue un error típico de personas que ingresan en un mercado por
primera vez», reconoció. Las personas que sufrieron por el error fueron
«pensionistas, profesores y médicos»,[20] pero Putin no hizo nada respecto de
la pérdida escandalosa para las arcas del Estado, ni en ese momento ni más
adelante. Mientras tanto, otros se enriquecieron muy rápido, aprovechándose
de un sistema legal y económico inmaduro con la complicidad, según
conjeturaban algunos, de funcionarios como Putin.