Page 156 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)

          Ahora  bien,  la  necesidad  de  transformación  de  la  realidad
          social, no responde, como para Hegel y muchos marxistas, a
          una especie de impulso natural hacia al progreso. Se trata en
          su lugar, de una necesidad basada en el deber de superar la
          injusticia que hasta nuestros días ha producido la “historia”
          humana.  No  se  sigue  de  ahí  una  fundamentación
          sustancialista  suprahistórica  determinante  de  los  rumbos
          humanos,  ni  tampoco  la  presunción  de  un  sustrato  material
          independiente del mundo del trabajo humano que incidiera en
          las conciencias de los hombres.

          Comprender  el  carácter  no  ontológico  del  pensamiento
          marxiano,  evita  caer  en  el  dogma  del  historicismo,  el
          determinismo  económico  esbozado  en  la  floja  fórmula  de
          infra y superestructura

          Marx emplea un método dialéctico materialista, en el que no
          cabe hablar de un fundamento ontológico. En las once tesis
          sobre Feuerbach, introduce la idea del método materialista sin
          partir de una concepción del mundo:

            Feuerbach  arranca  de  la  autoenajenación  religiosa,  del
            desdoblamiento  del  mundo  en  un  mundo  religioso,
            imaginario, y otro real. Su cometido consiste en disolver el
            mundo  religioso,  reduciéndolo  a  su  base  terrenal.  No
            advierte  que,  después  de  realizada  esta  labor,  queda  por
            hacer la principal. En efecto, el que la base terrenal se separe
            de  sí  misma  y  se  plasme  en  las  nubes  como  reino
            independiente,  sólo  puede  explicarse  por  el  propio
            desgarramiento  y  la  contradicción  de  esta  base  terrenal
            consigo misma. Por tanto, lo primero que hay que hacer es
            comprender ésta en su contradicción y luego revolucionarla
            prácticamente eliminando la contradicción. Por consiguiente,
            después de descubrir, por ejemplo, en la familia terrenal el
            secreto de la sagrada familia, hay que criticar teóricamente y
            revolucionar prácticamente aquella. (Marx , 1974, p. 8)





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