Page 159 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)

            también  producto  social,  fruto  de  un  largo  proceso  de
            domesticación de los hombres por los hombres.
            El cerebro humano se  forjó gracias a la modificación  de la
            corporalidad y funcionamiento del cuerpo simiesco al cuerpo
            humano. La mano, de acuerdo con Engels en su manuscrito
            El  papel  del  trabajo  en  la  transformación  del  mono  en
            hombre (Engles, 1974), se modificó por la necesidad de crear
            herramientas para sustituir la carencia congénita del  animal
            en lo  relativo a  colmillos,  cuernos, cubrimiento  térmico. El
            paulatino trabajo de las piedras, la industria lítica, incluyó la
            transformación  del  cerebro  que,  sumado  a  la  ingesta  de
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            carne ,  incrementó  su  volumen,  siendo  tal  aumento  el
            desarrollo  del  telencéfalo.  Para  un  animal  básicamente
            herbívoro,  cazar,  preparar  y  consumir  carne,  es  una  proeza
            que  sólo  es  posible  por  la  transformación  de  piedras  en
            cuchillos,  en  molinos,  para  cortar,  macerar  y  cocer  –esto
            último  supone  la  invención  del  fuego  controlado-,  entre
            muchas  otras  acciones  complejas.  Todo  esto  no  pudiera
            haberse realizado, y ni siquiera preservado, sin la invención
            un sistema mnemotécnico dispuesto en artefactos diseñados
            para  tal  fin.  Desde  la  invención  del  lenguaje  con  sus
            respectivos soportes materiales, tales como la voz, arcilla, los
            lápices, el papel o los computadores. En palabras de Marx:


               La formación de las ideas, el pensamiento, el trato espiritual
               de  los  hombres  se  presenta  aquí  todavía  como  emanación
               directa  de  su  comportamiento  material  […]  la  consciencia
               [das  Bewusstsein]  jamás  puede  ser  otra  cosa  que  el  ser
               consciente [des bewusste Sein], y el ser de los hombres es su
               proceso  de  vida  real.  […]…no  se  parte  de  lo  que  los
               hombres dicen, se representan o se imaginan, ni tampoco del
               hombre  predicado,  representado  o  imaginado,  para  llegar,


            10  La ingesta de carne supuso la invención, no el desarrollo, de estrategias
            de supervivencia ajenas a las susceptibles de ser aprendidas de acuerdo
            con la constitución genética.


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