Page 157 - MARX DOSCIENTOS AÑOS DESPUÉS (2018)
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Marx: doscientos años después (1818-2018)

            Feuerbach  inicia  una  crítica  al  cristianismo  en  el  libro  La
            esencia  del  cristianismo  (Feuerbach,  2007),  como  una
            superación  de  la  teología  hegeliana.  Marx  señala,  sin
            embargo, que esta crítica es tan sólo una parte, quedando por
            realizar  lo  fundamental:  la  práctica  revolucionaria  de  la
            contradicción en la que se encuentra la sociedad vigente. El
            sentido  en  que  se  habla  de  contradicción  no  se  refiere  a  la
            dialéctica en el Espíritu, como supondría la superación de la
            contradicción   ideológica   del   cristianismo.   Tampoco
            supondría una contradicción en la naturaleza, como pretende
            el materialismo vulgar, en las que fuerzas extrañas al trabajo
            social  humano  entran  en  oposición  consigo  mismas,  hasta
            que se resuelven en una síntesis.

            La contradicción es posible únicamente en el mundo social,
            en el mundo producido por las relaciones humanas y que se
            manifiesta en la red simbólica construida según los modos de
            producción de la vida. La dialéctica implícita en la resolución
            de las contradicciones sociales no responde al movimiento de
            la “naturaleza de la historia”, ni al de una voluntad soberana
            que,  teóricamente,  domina  la  naturaleza  a  partir  de  sus
            propias  contradicciones  internas.  La  dialéctica  en  la
            naturaleza,  como  demuestra  Alfred  Schmidt,  consiste  en  la
            transformación  de  la  naturaleza  en  tanto  para  sí  –
            fenomenológicamente  hablando  –en  objeto  de  consumo
            humano  (Schmidt,  1983).  Es  decir,  los  objetos  de
            conocimiento  son  construcciones  sociales,  fruto  del  trabajo
            acumulado  en  la  forma  de  mercancía,  por  ejemplo,  y
            dirigidos a la satisfacción de las necesidades humanas.

            Veámoslo  con  más  detalle:  La  producción  del  pan,  por
            ejemplo, es posible gracias al trabajo social acumulado en las
            formas  de  reproducción  de  saberes,  técnicas  y  tecnologías
            creadas y desarrolladas desde tiempos antiguos que han sido
            “actualizados” en la producción, distribución y consumo del
            pan.  Así,  la  idea  de  pan,  como  objeto  de  pensamiento,  es



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