Page 230 - El Señor de los Anillos
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aunque en verdad él nunca la había creído sino a medias. Aun ahora miraba los
trolls de piedra con aire de sospecha, preguntándose si alguna fórmula mágica no
podría devolverlos de pronto a la vida.
—No sólo olvidáis la historia de la familia, sino también todo lo que sabemos
de los trolls —dijo Trancos—. Es pleno día, brilla el sol y volvéis tratando de
asustarme con el cuento de unos trolls vivos que nos esperan en el claro. De todos
modos, hubieseis podido notar que uno de ellos tiene un viejo nido de pájaro
detrás de la oreja. ¡Un adorno de veras insólito en un troll vivo!
Todos rieron. Frodo se sintió reanimado: el recuerdo de la primera aventura
afortunada de Bilbo era alentador. El sol, también, calentaba y confortaba y la
niebla que tenía ante los ojos parecía estar levantándose. Descansaron un tiempo
en el claro y almorzaron a la sombra de las grandes piernas de los trolls.
—¿No cantaría alguien una canción, mientras el sol está todavía alto? —
preguntó Merry, cuando terminaron de comer—. No hemos oído una canción o
una historia desde hace días.
—Desde la Cima de los Vientos —dijo Frodo. Los otros lo miraron—. ¡No os
preocupéis por mí! —continuó—. Me siento mucho mejor, pero no creo que
pueda cantar. Quizá Sam recuerde algo.
—¡Vamos, Sam! —dijo Merry—. Hay muchas cosas que guardas en la
cabeza y que no muestras nunca.
—No lo sé —dijo Sam—, ¿pero qué les parece esto? No es lo que yo llamaría
poesía, si se me entiende, es sólo una colección de disparates. Me vino a la
memoria mirando estas viejas estatuas.
Se incorporó y con las manos a la espalda, como si estuviese en la escuela, se
puso a cantar una vieja canción.
El troll estaba sentado en un asiento de piedra,
mordiendo y masticando un viejo hueso desnudo;
había estado royéndolo durante años y años,
pues un pedazo de carne era difícil de encontrar.
Vivía solo en una caverna de las colinas
y un pedazo de carne era difícil de encontrar.
Llegó Tom calzado con grandes botas
y le dijo al troll—.«¿Qué es eso, por favor?
pues se parece a la tibia de mi tío Tim,
que tendría que estar en el cementerio.
Hace ya muchos años que Tim se nos ha ido
y aún tendría que estar en el cementerio.»
«Compañero», dijo el troll, «es un hueso robado,
¿pero de qué sirve un hueso en un agujero?
Tu tío estaba muerto como un lingote de plomo