Page 132 - Dialectica
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Estudios sobre l´ ogica dial´ ectica

             pios de permanencia y de rotaci´ on debemos considerar las propiedades
             formales que derivan de la aplicaci´ on espont´ anea de estas nociones, tal
             como ocurren en los diversos ejemplos citados es la exposici´ on de las
             dial´ ecticas naturales.


             Generalidades sobre la penetraci´ on dial´ ectica
                Analicemos ahora algunos casos de la penetraci´ on tal como se la
             emplea en las lenguas naturales. A partir de este uso es posible extraer
             las propiedades formales que cumplen desde el punto de vista dial´ ecti-
             co. Comencemos por las conjunciones adversativas.
                Los sonetos sobre el amor muestran otro aspecto de la penetraci´ on
             dial´ ectica. Consideremos el enunciado de Lope con ligeros cambios de
             presentaci´ on:

                  desmayarse, atreverse, estar furioso, ´ aspero, tierno, liberal,
                  esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, co-
                  barde, animoso.

                Intentemos ahora formalizar las penetraciones por la v´ ıa de realizar
             asociaciones. Parece claro que la idea que se expresa es ´ esta:

                  (desmayarse, atreverse, estar furioso), (´ aspero, tierno), (li-
                  beral, esquivo, alentado), (mortal, difunto, vivo), (leal, trai-
                  dor), (cobarde, animoso).

                Se puede apreciar que hay pares contrarios –como (leal, traidor) o
             (cobarde, animoso)–, pero tambi´ en existen ternas de contrarios como
             (desmayarse, atreverse, estar furioso) o (mortal, difunto, vivo). En este
             ejemplo es indudable que la penetraci´ on l´ ogica es conmutativa, el orden
             de los t´ erminos no importa en ninguno de los casos. El an´ alisis de los
             casos triples exige alguna consideraci´ on adicional que se presenta m´ as
             adelante.
                Por otra parte, tambi´ en parece claro que podr´ ıa haber en este tex-
             to dos tipos de comas: unas reemplazan a la penetraci´ on dial´ ectica y
             las otras –las que unen los pares o ternas de contrarios– tanto podr´ ıa
             ser una funci´ on Y como una funci´ on O o tambi´ en una penetraci´ on
             conmutativa. Este punto exige un an´ alisis adicional. Si aceptamos que
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