Page 229 - Dialectica
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La dial´ ectica en las ciencias

             elemento p en la figura, pero en rangos mayores hay m´ as elementos in-
             termedios, contrarios entre s´ ı– que permite interpretar otros conceptos
             del materialismo hist´ orico: los estamentos intermedios entre las clases
             contrarias.
                Estos reticulados m´ as complejos muestran que los contrarios sin-
             cr´ onicos –igual que los diacr´ onicos– pueden ser m´ as de dos. Un ejem-
             plo claro ocurre con los sabores. En Occidente se identifican cuatros
             contrarios sincr´ onicos: amargo, ´ acido, dulce y salado. En Oriente –en
             particular en la India– se agregan dos m´ as: picante y astringente. En
             Jap´ on se agreg´ o el s´ eptimo sabor, umami, caracter´ ıstico de los pescado,
             mariscos y hongos.


             Introducci´ on a la dial´ ectica en las ciencias formales
                Las ciencias formales se caracterizar por poseer una estructura axio-
             m´ atica que sirve como punto de partida para construir una teor´ ıa pu-
             ramente deductiva. Hay tantas ciencias formales como posibles con-
             juntos de axiomas, la ´ unica condici´ on que se exige es que los axiomas
             no sean contradictorios.
                La no contradicci´ on de un conjunto de axiomas est´ a lejos de ser un
             problema trivial. Solamente en los casos de muy pocos axiomas es posi-
             ble demostrar la no contradicci´ on. El ´ unico m´ etodo fiable para realizar
             esta demostraci´ on consiste en construir un ejemplo concreto preferen-
             temente finito –con un ejemplo infinito se entra en un terreno especial-
             mente dif´ ıcil– algo que no siempre es posible o se ha logrado.
                Conocemos en el presente varios grupos de ciencias formales:

                  la l´ ogica binaria y la l´ ogica dial´ ectica;

                  la matem´ atica que se puede separar en dos grandes ramas: la ma-
                  tem´ atica discreta y la teor´ ıa del continuo;

                  las diferentes geometr´ ıas;
                  la teor´ ıa de los algoritmos o de la manipulaci´ on de s´ ımbolos.

                En la matem´ atica discreta suele ser sencillo encontrar ejemplos fi-
             nitos que cumplan con los axiomas. As´ ı por ejemplo, los axiomas de la
             teor´ ıa de grupos no son contradictores porque hay una gran cantidad
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