Page 232 - Dialectica
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Estudios sobre l´ ogica dial´ ectica

             y Nx son tesis, luego y es una tesis. La dificultad reside en que el silogis-
             mo disyuntivo es falso en la dial´ ectica. El contraejemplo es muy simple:
             a + 0 es una tesis, Na tambi´ en, pero 0 no es una tesis. Otra posible
             “demostraci´ on” se basa en MTE:

                  1)      a . Na     hip´ otesis de partida
                  2)        a        EC en 1)
                  3)       Na        EC en 1)
                  4)       Nb        hip´ otesis
                  5)        a        reiteraci´ on de 2)
                  6)     Nb ⇒ a      conclusi´ on de 4) y 5)
                  7)   Na ⇒ NNb      MTE de 3c)
                  8)      NNb        MP de 3) y 7)
                  9)        b        PNN de 7)
                 10)  (a . Na) ⇒ b   conclusi´ on de 1) y 9).

                Esta demostraci´ on no dice nada nuevo y es formalmente defectuo-
             sa. En el caso de una negaci´ on –como N 0 en 2Dn o 3Dn y presumi-
             blemente en los reticulados de rango mayor– para un ´ atomo a ocurre
             a ⇒ a y a ⇒ N 1 a puesto que N 1 a = A. Si la demostraci´ on anterior
             fuese correcta, se deduce que a ⇒ b debiera ser una consecuencia de 2)
             y 9), Sin embargo resulta que la tabla de verdad –ver los Cuadros 33, 34
             o 35– indica que es falso. O sea, en la l´ ogica dial´ ectica se encuentra un
             contraejemplo que muestra que la demostraci´ on formal es falsa.
                Por otra parte, (a . Na) ⇒ b, si la negaci´ on es estricta, no dice otra
             cosa que 0 ⇒ x es una tesis. Esto es cierto para x = 0, d, 1 porque
             f 1 > 0 y porque tanto 0 ⇒ 0 como 0 ⇒ 1 tambi´ en son tesis. Este
             punto se analiza m´ as adelante en toda su complejidad, junto con la
             validez de la regla IC.
                La demostraci´ on de que no existe un n´ umero (racional) tal que ele-
             vado al cuadro sea 2 no destruy´ o la matem´ atica sino que la expandi´ o y
             cre´ o los n´ umeros “irracionales”. Del mismo modo la imposibilidad de
             que el cuadrado un n´ umero (real) elevado al cuadrado sea –1 llev´ o a
             la creaci´ on de los n´ umeros “imaginarios”. La terminolog´ ıa usada en
             la matem´ atica –irracional o imaginario– impl´ ıcitamente reconoce que
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