Page 243 - Dialectica
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La dial´ ectica en las ciencias

             ci´ on (G)– se pueden deducir las leyes experimentales de Galilei, Kepler
             y la observaci´ on del cometa del Flamsteed.
                En conclusi´ on, Poincar´ e tiene raz´ on en el hecho que hay dos ma-
             neras de formular la mec´ anica, no la tiene en decir que que una de las
             formulaciones es preferible a la otra. 167  Como veremos en lo que sigue,
             esta situaci´ on es general en todas las ramas de la ciencia.

             Introducci´ on a las relaciones entre teor´ ıas f´ ısicas
                Werner Heisenberg (1901, 1976) en [42, IV] clasificaba las teor´ ıas
             f´ ısicas –en el estado que se encontraban en la mitad del siglo 20– en
             cuatro grandes ramas:
               F1 La mec´ anica de Newton.
               F2 La termodin´ amica y la mec´ anica estad´ ıstica.
               F3 Electricidad, magnetismo, teor´ ıa del campo, relatividad.

               F4 F´ ısica cu´ antica.
                A continuaci´ on establec´ ıa las siguientes relaciones de dependencia:
             F1 ⊂ F3 si c –la velocidad de las ondas electromagn´ eticas– es infini-
             ta, F1 ⊂ F4 si h –la constante de Plank– es despreciable. No establece
             una relaci´ on para F2. Finalmente, se planteaba la interrogante si existe
             una teor´ ıa F –llamada desde siempre “teor´ ıa unificada”– que compren-
             diera a todas las ramas de la f´ ısica (y de la qu´ ımica). Esta aspiraci´ on
             –aumentada en complejidad por los sucesivos descubrimientos en F4–
             todav´ ıa contin´ ua en el imaginario de los f´ ısicos.
                Para analizar estos problemas estudiaremos, como caso paradigm´ a-
             tico, a la mec´ anica y las ramas de la f´ ısica que terminan siendo asociadas
             a ella. La mec´ anica se ocupa de la materia y de su movimiento, consti-
             tuye el coraz´ on de toda la f´ ısica y la qu´ ımica. Por esta raz´ on es un buen
             ejemplo para analizar el papel de la l´ ogica dial´ ectica en las estructuras
             cient´ ıficas. Es razonable suponer que las dem´ as ciencias, a media que
             se convierten en cuantitativas y permitan una formulaci´ on deductiva,
             enfrenten problemas estructurales similares.

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               Es posible que la desconfianza en las formalizaciones tiene su origen en la descon-
             fianza que le provocaba la formalizaci´ on de la l´ ogica binaria. Si esta exposici´ on de la
             dial´ ectica es acertada, tambi´ en en este aspecto Poincar´ e ten´ ıa raz´ on.
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