Page 128 - Dune
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De esta seca y sedienta tierra.



               Kynes lanzó una mirada al Duque.
               —Viajáis con una escolta de guardias muy reducida, mi Señor. ¿Están todos ellos
           dotados de tal número de talentos?

               —¿Gurney?  —el  Duque  ahogó  una  risita—.  Gurney  es  un  caso  especial.  Me
           gusta tenerle junto a mí por sus ojos. Pocas cosas escapan a sus ojos.
               El planetólogo frunció el ceño.

               Sin perder el ritmo de su tonada, Halleck intercaló:



               ¡Porque soy como un búho del desierto, oh-o!
               ¡Aiyah!, ¡soy como un búho del desier… to!



               El Duque se inclinó bruscamente hacia adelante, tomó un micrófono del panel de
           instrumentos, lo conectó con un golpe del pulgar y dijo:

               —Jefe a Escolta Gamma. Objeto volador a las nueve en punto, sector B. ¿Puedes
           identificarlo?

               —Es tan sólo un pájaro —dijo Kynes, y añadió—: Tenéis una aguda mirada.
               El altoparlante chasqueó y dijo:
               —Escolta Gamma. Objeto examinado al máximo aumento. Se trata de un pájaro

           de gran tamaño.
               Paul miró en la dirección indicada, distinguiendo una mancha distante: un punto
           que se movía intermitentemente. Captó la tensión bajo la que estaba su padre, con

           todos sus sentidos alertas al máximo.
               —Ignoraba que existieran pájaros tan grandes tan adentro en el desierto —dijo el
           Duque.

               —Probablemente se trata de un águila —dijo Kynes—. Buen número de criaturas
           se han adaptado a este lugar.
               El ornitóptero sobrevolaba una llanura rocosa completamente desnuda. Paul miró

           hacia  abajo  a  través  de  dos  mil  metros  de  altitud,  viendo  deslizarse  allá  abajo  las
           quebradas sombras de su aparato y los de la escolta. Debajo de ellos, el suelo parecía
           llano, pero la irregularidad de las sombras revelaba lo contrario.

               —¿Hay  alguien  que  haya  conseguido  salir  nunca  por  sus  propios  medios  del
           desierto? —preguntó el Duque.
               Halleck interrumpió la música. Se inclinó hacia adelante para oír la respuesta.

               —Nunca  del  desierto  profundo  —dijo  Kynes—.  Ha  habido  hombres  que  han
           logrado salir de la zona secundaria algunas veces. Han sobrevivido atravesando las
           áreas rocosas, donde los gusanos no suelen acudir.

               El timbre de la voz de Kynes atrajo la atención de Paul. Notó que sus sentidos se



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