Page 171 - Dune
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El shock debe ser severo, y ya casi está preparado para recibirlo, pensó ella.
—Siempre me habéis escuchado respetuosamente en el Consejo —dijo—, pero
muy raramente habéis tenido en cuenta mis opiniones. ¿Por qué?
—No tengo ninguna confianza en vuestras motivaciones Bene Gesserit —dijo
Hawat—. Creéis que podéis leer en el interior de un hombre; tal vez penséis que
podéis empujar a un hombre a hacer exactamente lo que vos…
—¡Thufir, pobre imbécil! —murmuró.
Él la fulminó con la mirada, hundiéndose en su asiento.
—Sean cuales sean los rumores que os hayan llegado acerca de nuestras escuelas
—dijo Jessica—, la verdad es mucho más vasta. Si yo deseara destruir al Duque… o
a vos o a cualquier otra persona a mi alcance, vos no podríais detenerme.
Y pensó: ¿Por qué permito que el orgullo me haga decir tales palabras? Esta no
es la manera en que fui adiestrada. No es así como puedo ocasionarle un shock.
Hawat deslizó una mano bajo su túnica, al lugar donde ocultaba un pequeño
proyector de dardos envenenados. No lleva escudo, pensó. ¿Acaso es una bravata?
Podría matarla ahora… pero, ah… ¿Cuales serían las consecuencias si estoy
equivocado?
Jessica vio el gesto de su mano y dijo:
—Roguemos porque la violencia nunca sea necesaria entre nosotros.
—Una loable plegaria —asintió él.
—Pero, mientras tanto, el mal se extiende entre nosotros. Os pregunto de nuevo:
¿acaso no es más razonable suponer que los Harkonnen hayan sembrado sus
sospechas a fin de enfrentarnos al uno contra el otro?
—El rey vuelve a estar ahogado —dijo él.
Jessica suspiró y pensó: está casi a punto.
—El Duque y yo somos el padre y la madre tutelares de nuestro pueblo —dijo—.
La posición…
—Aún no se ha casado con vos —dijo Hawat.
Jessica se obligó en mantenerse en calma, pensando: esta ha sido una buena
respuesta.
—Pero no se casará con ninguna otra —dijo—. No, mientras yo viva. Y somos
sus tutores, como os he dicho. Romper este orden natural, perturbarlo, desorganizarlo
y confundirlo… ¿qué objetivo puede haber más atractivo para los Harkonnen?
Hawat captó hacia donde se estaba dirigiendo ella y se inclinó hacia adelante, con
las cejas fruncidas.
—¿El Duque? —preguntó ella—. Un atractivo blanco, ciertamente, pero a
excepción de Paul no hay nadie mejor guardado que él. ¿Yo? Seguramente lo
intentan, pero saben que las Bene Gesserit constituyen un blanco difícil. Y existe otro
blanco mejor, una persona en la cual sus funciones crean, necesariamente, una
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