Page 295 - Dune
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Siempre la misma lección, pensó Kynes. ¿Por qué no se calla ya? ¿No ve que me
estoy muriendo?
—Realmente vas a morir —dijo su padre— si no te apartas de esa burbuja de gas
que se está formando debajo de ti. Y esto lo sabes bien. Puedes oler los gases de la
preespecia. Sabes que los pequeños hacedores están perdiendo un poco de su agua en
la masa.
El pensamiento de aquella agua debajo de él le enloqueció. Se la imaginó…
bloqueada en los estratos de roca porosa por aquellos seres coriáceos, mitad plantas,
mitad animales, los pequeños hacedores… y la sutil ruptura donde se vertía un
líquido claro, puro, refrescante en la…
¡Una masa de preespecia!
Inhaló, respirando aquel olor dulzón. El olor le rodeaba, cada vez más intenso.
Kynes se puso de rodillas, oyendo el graznido de un pájaro, el apresurado batir de
alas.
Este es un desierto de especia, pensó. Los Fremen no pueden estar lejos, aunque
sea de día. Seguramente han visto los pájaros y vendrán a investigar.
—Moverse a través del territorio es una necesidad para la vida animal —dijo su
padre—. Incluso los pueblos nómadas sienten esta necesidad. Líneas de movimiento
ajustadas a las necesidades físicas de agua, alimento, minerales. Debemos controlar
estos movimientos, alinearlos de acuerdo con nuestros propósitos.
—Cállate, viejo —murmuró Kynes.
—Debemos hacer en Arrakis algo que aún no ha sido intentado en ningún planeta
en su conjunto —dijo su padre—. Debemos usar al hombre como una fuerza
ecológica constructiva, insertando en este mundo una vida terrestre adaptada: una
planta aquí, un animal allá, un hombre en este punto… para transformar el ciclo del
agua y crear un nuevo paisaje.
—¡Cállate! —graznó Kynes.
—Las lineas de movimiento son las que nos han proporcionado el primer indicio
de la relación entre los gusanos y la especia —dijo su padre.
Un gusano, pensó Kynes con un esperanzado sobresalto. Cuando la burbuja
estalle, surgirá un hacedor. Pero no tengo garfios. ¿Cómo podré montar un gran
hacedor sin garfios?
La frustración minó los restos de energía que quedaban en él. El agua estaba muy
cerca… sólo a unos cien metros debajo; seguramente aparecería un gusano, pero no
disponía de ningún medio para atraparlo en la superficie y usarlo.
Kynes cayó de nuevo en la arena, en la depresión formada por su cuerpo. Notó el
contacto ardiente de la arena contra su mejilla izquierda, pero la sensación era
remota.
—El medio ambiente arrakeno se ha formado dentro del esquema evolucionista
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