Page 93 - 12 Kepler
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También se atrevió Kepler a decir que él haría otro telescopio,
        e incluso hizo los cálculos para su realización práctica. Lo cierto
        es que estaba más capacitado que el propio Galileo para diseñar
        teóricamente un telescopio perfecto. Galileo había llegado a su
        realización a base de tanteos, aunque defendiese que había expli-
        cado su fundamento teórico.



        LA LUNA

        Las discusiones sobre la Luna hoy nos parecen también ingenuas,
        pero hay que situarse en 1610, cuando el telescopio empezó a pro-
        porcionar una información completamente novedosa. Kepler pre-
        tendía rivalizar con Galileo, no con un telescopio sino con un cartón
        con un agujero y una lente que proyectaba la imagen de la Luna a
        una distancia de 12 pies. La superficie lunar ofrecía así muchos más
        detalles que a simple vista, Kepler creía que las partes oscuras eran
        tierra, y las brillantes, mar, pero reconocía, tras el estudio de Gali-
        leo, que era justamente lo contrario, puesto que el telescopio mos-
        traba muchos accidentes semejantes a  montañas en las partes
        brillantes. Esto era especialmente claro en Jos atardeceres y ama-
        neceres lunares, puesto que la línea que separaba las partes ilumi-
        nadas por el Sol y las sombreadas era tortuosa. Sin embargo, Galileo
        estimaba que la Luna no estaba hecha de agua y tierra.


                       «La materia del globo lunar no es de agua y tierra.»

                                                                -  GALILEO  GALILEI.

            Además aparecían los hoy familiares cráteres lunares, con sus
        característicos bordes circulares. La interpretación de Kepler era
        realmente singular, aunque la propusiese a modo de juego. Suponía
        que había selenitas. Estos eran más fuertes y grandes que nosotros,
        ya que tenían que haber alcanzado un gran desarrollo para soportar
        el calor del día, que allí les duraba un mes. Como eran tan grandes,
        hacían obras grandes. Ellos habían elevado esos bordes inmensos
        circulares para defenderse del Sol e iban recorriéndolos según su





                                                         EL ASTROFÍSICO      93
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