Page 134 - 13 Pitagoras
P. 134

No  por ello  dejaron de  considerar toda suerte de longitudes,
                      áreas y razones en geometría, pero ciertamente se ciñeron de
                      modo  estricto a  considerar razones  numéricas solo para los
                      casos conmensurables. A causa de ello, con el tiempo las magni-
                      tudes geométricas se distanciaron de las cantidades numéricas,
                      que comenzaron a trabajarse por separado. La aparición de la
                      inconmensurabilidad convenció a  los matemáticos griegos de
                      que la geometría debía establecerse de manera independiente
                      de la aritmética;  se rompía así la tradición pitagórica que no
                      hacía distinciones entre ambas ramas del saber. En los diálogos
                      de Platón parece probarse que la consideración por separado de
                      la geometría era corriente en su época.
                         ¿Cómo tardaron tanto en percatarse los penetrantes pitagóri-
                      cos de la existencia del punto de fractura por el que podía estallar
                      su sistema? ¿Qué hubieran esperado encontrar en la diagonal del
                      cuadrado? De  acuerdo con el teorema de Pitágoras, en un cua-
                      drado de lado 1, el cuadrado sobre la diagonal debería tener área
                      2 y, por tanto, la longitud d de esta diagonal debería ser un número
                                                                2
                     que, al elevarse al cuadrado, diese 2 ( es decir, d  = 2). Sin embargo,
                      en este punto vuelve a aparecer la ./2.
                         La ./2 era una longitud de un segmento que se podía esbozar
                     con facilidad a partir de un cuadrado con la ayuda de una regla y
                     un compás. Así que, ¿no era razonable pensar que si se fijaba una
                     unidad cualquiera «u» (menor que 1), se pudiese medir a la vez el
                     lado (1) y la diagonal ( ./2) del cuadrado? ¿No era razonable creer
                     que el lado y la diagonal de un cuadrado tenían que ser necesaria-
                     mente conmensurables? Pues bien, aunque pensar de ese modo
                     era lo más lógico, el hecho invariable es que el lado y la diagonal
                     de un cuadrado no son conmensurables.
                         Este planteamiento del problema condujo a la necesidad de
                     que, repitiendo la unidad común u con un número entero n de re-
                     peticiones, se midiese el lado 1 = nu, y con otro número entero m
                     de repeticiones, se hallase ./2 = mu. Es decir, lo que dividiendo de-
                     bería ser:

                                          ./2 =  ./2 =  mu =  m.
                                                l   nu  n





          134        EL FRACASO DE  LA ARITMÉTICA UNIVERSAL
   129   130   131   132   133   134   135   136   137   138   139