Page 14 - NEUROCOMUNICACIÓN La píldora del crecimiento de tu marca personal
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El ser humano utiliza mucho las manos para comunicar y cada cultura posee sus propios
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movimientos, pero existen algunos universales descubiertos por Paul Ekman.
Una de las señales más poderosas y menos notorias es el movimiento de la palma de la mano.
Hay tres posiciones principales: las palmas hacia arriba, hacia abajo, y con la palma cerrada
apuntando con un dedo en alguna dirección.
Palmas hacia arriba: es un gesto no amenazador que traslada sumisión. También se le llama
“la posición del misionero” y es utilizada habitualmente por conferenciantes, vendedores,
gente que trabaja en casinos o banca, y significa algo así como: "Puedes confiar en mí, no me
llevo nada". Transmite tranquilidad, paz, desnudez y sobre todo confianza.
Palmas hacia abajo: La persona transmite dominio y seguridad. Si la mueve de arriba abajo
mientras afirma algo es una reafirmación súper potente. Normalmente tiene mucho poder
cuando estamos en un atril o una mesa y golpeamos con los dedos sin abrir la mano. Es un
brutal potenciador de lo que estamos afirmando y el cerebro lo graba a fuego.
Palmas cerradas apuntando con el dedo: Es básicamente un gesto de agresividad y es uno de
los que más pueden irritar al interlocutor, sobre todo si en ese momento se está hablando,
pues las palabras tomarán un tinte de amenaza más allá del significado puro de las mismas. Lo
utilizamos de forma inconsciente pero es muy peligroso, pues como hemos dicho, el cerebro
reptil tiene como misión la supervivencia, y su instinto básico es ataque y defensa. Si cree que
está siendo atacado, atacará también, y tiene mil maneras de hacerlo, empezando por el
desprecio y el olvido.
La posición en la que se colocamos las manos en una conversación también dice mucho de
nosotros. Los dedos entrelazados son sinónimo de un gesto de frustración. Cuanto más altas
estén las manos, más negativa será la actitud del otro.
Cuando mantenemos apoyados los dedos de una mano contra los de la otra, formando un
arco, demostramos tener gran confianza en nosotros mismos. Esta posición denota
superioridad y conocimiento de un tema, pero cuidado, pues siempre debemos mantener al
cliente un eslabón por encima o en plano de igualdad.
Otro gesto de superioridad es cogerse la manos por detrás de la espalda; por el contrario,
ponerlas en las caderas resulta desafiante.
Hay muchos otros, pero estos son los gestos más importantes y los que más deberemos
trabajar para crear una primera impresión que despierte al cerebro y le diga que merece la
pena escucharnos.
3 Paul Ekman ( 15 de febrero de 1934) es un psicólogo pionero en el estudio de las emociones y su
expresión facial.

