Page 59 - prueba
P. 59

aprendizaje  activo  se  asocia  a  aumentos  de  las  calificaciones  medias  y
               disminución de las tasas de fracaso académico (Knight, 2005 y Freeman,
               2014).  Eric  Mazur,  profesor  de  física  de  Harvard,  comentando  el
               metaanálisis  de  Freeman,  que  comparaba  los  resultados  académicos  de
               cientos de asignaturas en las que se había incorporado aprendizaje activo

               con los obtenidos en la promoción de alumnos inmediatamente anterior,
               enseñada con metodología tradicional, decía: “This is a really important
               article-the impression I get is that it’s almost unethical to be lecturing if

               you have this data.”
                  En  contra  del  consejo  de  Eric  Mazur,  la  mayoría  de  los  profesores
               universitarios han ignorado las evidencias publicadas al respecto, éstas que
               demuestran que incorporar más aprendizaje activo sea un imperativo ético.
               Dedicar  tiempo  de  clase  a  actividades  de  aprendizaje  activo  ha  sido

               problemático para los profesores que seguían un modelo tradicional. Estos
               siguen  pensando  que  disminuye  el  tiempo  disponible  para  explicar
               temario,  y  por  ello,  el  uso  de  estas  metodologías  de  aprendizaje  activo

               sigue siendo muy minoritario entre estos profesores universitarios. Por lo
               tanto,  tienen  un  serio  conflicto  de  intereses  entre  introducir  más
               actividades y lograr explicar todo el temario. El aprendizaje activo es, por
               tanto, utilizado por una minoría de profesores que lo usan, además, durante
               una  porción  minoritaria  de  su  tiempo  de  clase.  La  mayoría  abusan  del

               monólogo magistral, a la vez que se quejan de que no disponen de tiempo
               de  clase  para  que  los  alumnos  razonen  críticamente,  realicen  tareas,
               discutan y pongan en práctica lo aprendido.

                  El  problema  es  que  seguir  dedicando  la  mayor  parte  del  tiempo  de
               interacción entre profesores y alumnos a que estos escuchen monólogos y
               pasen la mayor parte del tiempo de clase tomando notas (o en los últimos
               tiempos, distrayéndose del “tostón” magistral con sus portátiles conectados
               a Internet), posiblemente, no sea la mejor manera de prepararlos para el

               aprendizaje autónomo a largo de toda su vida, que es lo que les espera en
               el  siglo  XXI.  La  clase  magistral  posiblemente  no  sea  la  mejor  opción
               metodológica de la que disponemos en el siglo XXI para el desarrollo de

               las competencias de nuestros alumnos, por ejemplo, para el desarrollo de
               razonamiento crítico y creativo, la comunicación y la colaboración.
                  Seguramente el lector crítico se estará haciendo esta pregunta. “Si esto
               del flipped learning es tan maravilloso, ¿por qué no se ha hecho antes?”.
               La explicación es en parte cultural-histórica y en parte tecnológica.






                                                           41
   54   55   56   57   58   59   60   61   62   63   64