Page 250 - El Misterio de Salem's Lot
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—Antitetánica —le explicó—. Pónmela aquí —extendió el brazo, haciéndolo
girar para descubrir la axila.
—Pero Jimmy...
—¡Vamos! ¡Pónmela!
Ben tomó la aguja y le miró a los ojos con vacilación. Jimmy hizo un gesto de
asentimiento, y Ben le clavó la aguja.
El cuerpo de Jimmy se puso tenso, como si fuera un resorte. Durante un momento
fue una estatua de agonía, dibujado hasta el último tendón en nítido relieve. Poco a
poco empezó a relajarse. Un escalofrío recorrió su cuerpo, y Ben vio que la reacción
había mezclado lágrimas al sudor que le cubría la cara.
—Ponme la cruz encima —pidió—. Si todavía estoy contaminado por ella, me...
me servirá de algo.
—¿Tú crees?
—Estoy seguro. Cuando tú ibas persiguiéndola, levanté los ojos y sentí deseos de
seguirte. A Dios gracias, fue así. Y cuando miré esa cruz... sentí náuseas.
Ben le apoyó la cruz en el cuello. Nada sucedió. El resplandor, si es que había
habido en ella un resplandor, había desaparecido por completo. Ben retiró la cruz.
—Bueno —concluyó Jimmy—, creo que más no podemos hacer. —Volvió a
rebuscar en el maletín hasta que encontró un sobre con dos pildoras que se metió en
la boca—. Tranquilizantes. Un gran invento, ¿Puedes vendarme el cuello?
—Claro —asintió Ben.
Jimmy le entregó gasa, esparadrapo y unas tijeras de cirugía. Al inclinarse para
colocarle el vendaje, Ben vio que la piel en los bordes de la herida había adquirido un
desagradable color rojo. Jimmy dio un respingo cuando él le puso la venda.
—Mientras estaba ahí —comentó—, pensé que me volvería loco. Loco de veras,
clínicamente. Esos labios... esa mordedura... —La garganta le tembló mientras
tragaba saliva—. Y mientras ella lo hacía, a mí me gustaba, Ben. Hasta tuve una
erección, ¿puedes creerlo? Si no hubieras estado tú para quitármela de encima, yo la
habría... la habría dejado...
—No pienses más —le aconsejó Ben.
—Hay otra cosa que tengo que hacer, aunque no me gusta.
—¿Qué es?
—Mírame un momento.
Ben terminó con el vendaje y se hizo atrás para mirarlo.
—¿Qué...?
Jimmy le asestó un puñetazo. La mente de Ben se llenó de estrellas, dio tres pasos
vacilantes hacia atrás y se cayó sentado. Sacudió la cabeza y vio que Jimmy se bajaba
de la mesa para acercarse a él. Tanteó en busca de la cruz, pensando: Esto es lo que se
dice un final inesperado.
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