Page 40 - Las ciudades de los muertos
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sobre Egipto, para prever la magnitud de su proyecto.
Pero él, obviamente, deseaba añadir algo y titubeaba.
—De vez en cuando también llevaré a cabo algún experimento.
—¿Puedo preguntarle de qué tipo?
Ignoró mi comentario.
—Quiero ver todas las tumbas que existan en el Valle, o al menos todas aquellas
que fueron utilizadas.
—Hay bastantes.
—Lo sé.
No pude evitar preguntarme si decía la verdad.
—¿Le parece bien que empecemos mañana, a primera hora?
Por segunda vez consecutiva, volvió a ignorar mis palabras.
—Y las pirámides también. Quiero verlas todas.
Me encaminé hacia la puerta de la tumba.
—Me sorprende que no visitara la zona de Gizeh mientras permaneció en El
Cairo, como hace todo el mundo. Sin embargo…
—Sí que la visité y, de hecho, quiero volver allí, pero me parece que usted no
comprende. Quiero ver todas las pirámides.
—¿Todas? —no podía creerlo—. Hay docenas de pirámides, más de setenta.
—Soy consciente de ello. Por eso necesitaré de sus servicios durante toda la
temporada. Abu Simbel, Asuán y… —presionaba con los dedos una pequeña mancha
que había en una pared lateral de la cámara, dibujando minúsculos círculos—.
Egipto… Este es el sueño de mi vida, señor Carter —apoyó la palma de la mano
sobre el muro—. Apenas puedo creer que por fin esté aquí.
Es sin duda alguna un hombre curioso, aunque sé también que un alto porcentaje
de los turistas que vemos son personajes excéntricos; sin embargo me resulta difícil
no sentir simpatía por él. No habría podido soportar siquiera la idea de pasarme dos o
tres temporadas con alguno de esos turistas y, sin embargo, con Larrimer creo que me
lo pasaré bien. Además, está el dinero… ¡Bendito sea el corazón galo de Maspero!
—¿Entiende de fotografía, señor Carter? —había acabado de examinar la
estancia.
—Sí, un poco.
—¿Podrá ayudarme?
—Por supuesto. —No pude evitar preguntarle—: ¿Y necesitará también ayuda
para realizar esos experimentos de los que ha hablado?
Larrimer echó un vistazo a su alrededor y observó con ojos inquisitivos un
pasadizo interminable.
—Me estoy ahogando aquí dentro. Me parece que voy a regresar al hotel. ¿Le
gustaría cenar conmigo esta noche?
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