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Edición Especial           Revista Arbitraje Alumni                 83

        el  caso  concreto”  especialmente  cuando  los  bordes  de  las  normas  son  lo
        suficientemente punzantes como para desangrar y matar lo justo pretendido.


        En este sentido, se ha dicho que

              …acudir a los principios significa reconocer la insuficiencia de las leyes
              y que hay algo más allá del derecho formulado – y, en hipótesis, chocado
              con él; que lo legislado no agota todo el derecho. Con ello se evidencia
              un campo más amplio ganado para el derecho objetivo, pues a través de
              los principios se ve ampliado y enriquecido. Por otra parte, en supuestos,
              evitando una ostensible quiebra del sistema, permite cierta evolución en
              permanencia; ello a través de una nueva perspectiva que le puede conferir
              a  la  legislación  una  consideración  en  altura de  la  problemática  a
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              resolver.
        Sentado  la  importancia  de  los  principios  en  el  universo  jurídico  hemos  de
        afirmar  que,  tampoco  nos  equivocamos  al  decir  que  la  buena  fe,  equidad,
        cooperación,  respeto  por  los  pactos  asumidos,  entre  otros,  son  Principios
        Generales del Derecho. De no serlo, no podemos negar que tanto abogados
        como  jueces  y  árbitros  recurrimos  a  ellos  invocándolos  en  ese  sentido.  De
        entenderlo de otra manera, los invito a arrojar la primera piedra.

          a.  La buena fe, sempiterna amiga

        La buena fe como pauta interpretativa. La buena fe como disciplina integradora.
        La buena fe como imperativo de nuestra conducta. No importa qué máscara
        vista, importa que siempre es “la buena fe”.

        Probablemente sea uno de los Principios del Derecho a los que recurrimos con
        mayor frecuencia, ya sea para afirmar una posición en la que nos encontramos
        sólidos, o como herramienta para “estirar” el derecho a nuestro favor cuando
        estamos más complicados. A favor o en contra, siempre acudimos a ella.

        Todos  los  ordenamientos  y  legislaciones  consagran  de  alguna  manera  al
        principio de buena fe, ya sea como una cláusula autónoma o como integrante de
        otra  disposición  jurídica.  Por  ejemplo,  los  Principios  Unidroit  consagran  la

        11  Manuel Cornet, “El principio de Buena fe”, Pensamiento Civil (noviembre de 2018):
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