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aplicable a la situación considerada en aquellas circunstancias en que conduce
a resultados opuestos a la ratio legis, no resulta ser, por ello, la jurídicamente
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correspondiente a ese caso” .
Ahora bien, ¿de dónde surge la idea de equidad? Del Derecho mismo, ya que
como Principio General de Derecho “es parte de la ley natural y también de la
ley humana positiva, pues esos principios, más que exigir, ellos justifican reglas
y determinaciones particulares, y se hace posible su aplicación a circunstancias
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particulares merced a otros principios semejantes” . Por tal motivo, es
indistinto que este mencionado explícitamente en la ley u ordenamiento que es
prima facie aplicable al caso, ya que la equidad atraviesa todas sus capas por ser
el sustento mismo del Derecho.
De esta manera, se terminan de barajar sobre la mesa las cartas con las cuales
nuestros protagonistas pueden jugar la próxima partida. Ahora dependerá de
ellos si bajan una escalera real o forman un simple trio.
III. CONSTRUYENDO UNA VÁLVULA DE ESCAPE
Si llegaste hasta acá, ¡enhorabuena! Por fin vamos a meternos de lleno en el
asunto que nos convoca y a hablar un poco de arbitraje. De todos modos, el
camino recorrido fue largo pero necesario. Recordemos que Pedro y Juan son
simples comerciantes, que poco sabían de derecho y poco se habían
interiorizado en él hasta que llegó la pandemia y los infectó —económica y
contractualmente hablando, claro está—.
Con el conocimiento adquirido, ambos contratistas comenzaron a diagramar su
estrategia. Concluyeron que debían abrazar la idea de equidad y de buena fe, y
que daba igual abordarlas desde el lado del soft law o de los Principios
Generales del Derecho, ya que ambos caminos los conducían al mismo
resultado.
15 Lucrecia Aboslaiman, “La equidad como principio general del derecho. Criterio de
interpretación”, Revista Argumentos 4 (julio 2017): 64.
16 John Finnis. “La ley natural y derechos naturales”. (Buenos Aires: Abeledo Perrot,
2000), 315.