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de obras que tratan sobre el fraccionamiento del ser puertorriqueño.
Arriví explica que esta obra nació en un programa de radio escrito
para la escuela del Aire. “En dicho guión me concreté a presentar la
peripecia angustiosa de un periodista disociado en dos personalidades
quien termina por fugarse doblemente, de sí y del ambiente de tortura
espiritual que esteriliza su devenir de hombre”. Confiesa que escribió
cuatro versiones y ésta “quizás no sea la última”. Está inédita.
Bolero y plena (1955). La integran dos obras (bilogía) de un acto:
Medusas en la bahía, aparecida en la revista Asomante II, 1955 y El
murciélago, aparecida en la revista Asomante I, 1956. Dice sobre ella
Arriví: “Reflexiones posteriores sobre la naturaleza de mi pueblo
y angustia compartida ante su voluntad de existir y su problema de
ser, me impulsan a componer [estas dos obras] dentro de la misma
tónica de estilo, pero con perfil puertorriqueño”. La primera de ellas se
desarrolla entre Puerto Rico y Estados Unidos. Presenta los prejuicios
sociales y raciales de algunas personas. Augusto, la figura central, es una
persona sumida en la soledad porque no encuentra un asidero vital.
Precisamente las medusas plantean esa inseguridad, porque de niño les
tenía miedo y era la abuela negra quien lo protegía. Él oculta la sangre
negra de la abuela materna para mantener una posición social. Se
plantea, pues, la inautenticidad vital. El hilo conductor de la obra es la
plena: Tanta vanidad / tanta hipocresía, / si tu cuerpo, / después de muerto,
/ pertenece / a la tumba fría. La segunda se desarrolla en Nueva York y
toma su título por la actitud del personaje principal. Juan es un joven
angustiado por la soledad que corre “a ciegas”, como los murciélagos,
huyéndole a la vida sin encontrar un derrotero.
Vejigantes (1956). Mascarada en tres actos. Sobre esta obra dice
Arriví que dramatiza “la problemática de conciencia que engendra el
mestizaje racial en Puerto Rico, y el cual, estimo, fracciona velada y
angustiosamente la unidad del pueblo que nos debemos”.
Sirena en 1947 escribió la primera versión de este drama en dos
actos y la calificó de “drama mental”. En el año 1959 la refunde con
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