Page 118 - Aldous Huxley
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El Salvaje dio un respingo, pero Helmholtz, que miraba pensativamente el suelo, no se
dio cuenta.
-No -concluyó-, no me sirve. Necesitamos otra clase de locura y de violencia. Pero,
¿qué? ¿Qué? ¿Dónde puedo encontrarla? -permaneció silencioso un momento y
después, moviendo la cabeza, dijo, por fin-: No lo sé; no lo sé.