Page 105 - Lévêque, Pierre - El mundo helenístico
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Capítulo 3
La última mutación del helenismo
espiritual
La algo desordenada riqueza de las creaciones del período helenísti
co sorprende vivamente, pues se constata en ella una plenitud vital, difí
cil de unificar. Al fin y al cabo, representa el triunfo del individualismo
que tanto había progresado a finales del siglo V y que se expresa bajo
formas tan distintas como ei éxito del lirismo, la aspiración del filósofo a
una sabiduría personal y las necesidades místicas del alma, ansiosa por
asegurar su propia salvación,
Pero, paradójicam ente, ei hombre no parece capaz de desarrollar su
individualidad más que en el seno de la colectividad. Los poetas se agru
pan en cenáculos, las tradiciones de taller tienen un papel preponderan
te en el desarrollo clel arte, la filosofía y la ciencia evolucionan en escue
las fuertemente organizadas. Incluso los místicos no encuentran a dios
más que en asociaciones gentilicias.
En relación con esa necesidad, y con k ayuda de soberanos ilustra
dos, se desarrollaron bibliotecas e institutos, donde se almacenaba y
acrecentaba el conocimiento humano. Los dos primeros tolomeos, in
fluidos por Demetrio de Palero, discípulo de Teofrasto, y por el poeta
Filetas, dotaron a su capital de museo y biblioteca. El museo (literal
mente, santuario de las musas), fundado por Soter, se convirtió, con Fi
ladelfo, en un centro académico de investigaciones avanzadas: los sabios
eran mantenidos por la generosidad del príncipe, y allí encontraban los
instrumentos, las colecciones y los jardines zoológicos y botánicos nece
sarios para sus ínvéstigaciónes; La biblioteca, aneja al museo, no paró de